Las subvenciones de 2016 del Ministerio de Fomento cubren un máximo del 35% del proyecto, con un desembolso máximo de 11.000 euros por rehabilitación. Prueba del recorte en las ayudas es que en convocatorias de ejercicios anteriores se llegaba a sufragar el 75% de la obra con una cuantía máxima de 15.000 euros.
Del reparto de la tarta de este año, al municipio vilagarciano le tocó medio millón de euros para poder rehabilitar 33 viviendas de sus tres Áreas de Rehabilitación Integral (ARIs): once por casco histórico. Pero la convocatoria tardía de las subvenciones (en el último trimestre de 2015) y la falta de financiación privada ahuyentaron a los interesados ya en el primer plazo abierto por la Oficina Técnica de Rehabilitación Urbana, a principios de 2016. En ese periodo solo se presentaron cinco solicitudes, por lo que el Ayuntamiento decidió abrir un nuevo plazo en primavera. Finalmente se han rehabilitado 12 edificios de los 33 para los que había dinero público.
Actualmente ni la Xunta ni el Concello aportan a los vecinos financiación para la restauración de viviendas, si bien el Ayuntamiento colabora aportando el equipo técnico de gestión, con un total de 121.000 euros. Así, los trabajadores de la oficina de las ARI (ubicada en el recinto de Fexdega) proporcionan servicios de información y asesoramiento gratuito a los vecinos y se encargan de la tramitación de los expedientes para lograr las ayudas públicas.
