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Imagen aérea de algunos de los bancos marisqueros más importantes de O Grove y de la ría. Bajo el agua se aprecia la forma de los parques de cultivo existentes en la zona. // Iñaki Abella

Naufragio del anteproyecto acuícola

Las cofradías, aunque rechazan una ley que la regule, apuestan por la acuicultura

Hay pósitos gallegos que ya ejecutan desde hace tiempo proyectos acuícolas y otros que los tienen previstos - Algunas entidades los incluyeron como objetivo en su acta fundacional

El debate sobre el anteproyecto de la Lei de Acuicultura de Galicia ha sacado a relucir diferentes aspectos concluyentes. Por un lado, está claro que el sector del mar está mayoritariamente en contra de una legislación específica que regule esta actividad, de ahí que la Xunta decidiera recular y anulara el borrador que había presentado en este sentido. Por otra parte, queda patente que la acuícola es una experiencia que no solo representa el futuro, como coinciden en señalar expertos de todo el mundo, sino que es una labor plenamente vigente ya en la comunidad, como lo atestiguan la existencia de 3.300 bateas de mejillón, el histórico funcionamiento de los parques de cultivo de Carril o la gran cantidad de proyectos defendidos por diferentes pósitos para, precisamente, desarrollar la acuicultura en sus autorizaciones marisqueras.

En relación con esto último, hay que destacar la existencia de cofradías radicalmente en contra de la Lei de Acuicultura, volcadas con la manifestación prevista para mañana en Santiago, que sin embargo aparecen implicadas de lleno en diferentes proyectos acuícolas.

Hace solo unos días representantes de las mariscadoras de a pie de la ría de Arousa también reconocían que ya se consideran acuicultoras, "pues además de recoger el producto tenemos que adquirir semilla, sembrar, repoblar bancos, limpiarlos y otras muchas acciones", manifestaban mientras convocaban a la sociedad para que acuda al 27-F.

Esto las llevaba a insistir en que quieren ayuda de la Consellería do Mar y de la Unión Europea para seguir funcionando y beneficiarse de un sector cada vez más rentable, aunque hacían ese llamamiento a la colaboración al mismo tiempo que advertían de que no quieren saber nada de la ley acuícola propuesta por la Xunta y ya retirada.

Pero las mariscadoras no solo asumen que ya son acuicultoras, sino que hay pósitos que defienden la acuicultura como herramienta de trabajo a medio y largo plazo.

Baste como ejemplo lo sucedido con la Asociación de Marisqueo a Flote Ría de Vigo, impulsada en octubre pasado por las cofradías de Redondela, Cangas, Moaña, Arcade, Vilaboa y San Francisco de Vigo, junto con la sociedad cooperativa Cíes Artesanais.

Algunas de las entidades citadas figuran entre los principales detractores de la ley acuícola y entre los convocantes del 27-F. Sin embargo, en el acta fundacional de dicha asociación se expresa claramente que la misma "podrá llevarse a cabo, si lo considera factible, la explotación mediante acuicultura, tanto en zona marítima como en la terrestre".

Y acto seguido se añade en el acta fundacional que el objetivo de este proyecto acuícola será "cualquier especie, tanto de marisco como peces, firmando contratos de colaboración con las instituciones marinas y universitarias que se estimen pertinentes".

Junto a este principio, incluido entre los objetivos básicos de la Asociación de Marisqueo a Flote Ría de Vigo, se apuesta por la explotación de los recursos allí donde los socios posean título habilitante.

De todos modos, esta iniciativa de las cofradías de Redondela, Cangas, Moaña, Arcade, Vilaboa y Vigo no es la única que relaciona directamente a los pósitos con la actividad acuícola y el cultivo de todo tipo de moluscos e incluso peces, a pesar de que esto último representa lo que se conoce como "acuicultura multitrófica" y se ha utilizado en más de una ocasión como arma arrojadiza con la que frenar la ley de acuicultura.

Como queda dicho, acuicultura es también lo que se practica en los parques de cultivo de Carril (Vilagarcía), donde incluso el patrón mayor, José Luis Villanueva, tiene la condición de parquista.

Unos parques de cultivo, dicho sea de paso, que también existen en aguas de O Grove, aunque no tan populares como los carrilexos y algunos abandonados desde hace tiempo.

En este caso hay viveros de bivalvos en el entorno del puente de A Toxa que pertenecen tanto a particulares como a la Confraría de Pescadores San Martiño, en la que se integran socios de O Grove, Meaño, Cambados y Sanxenxo.

Los mariscadores de San Martiño emplean esos viveros para sembrar semilla de almeja -mucha de ella foránea-, que extraen después de que crece para repoblar otros bancos marisqueros. Esto es tanto como decir que se emplea un sistema de cultivo que obedece a lo que se conoce como acuicultura.

Lo mismo puede decirse de lo que hacen cofradías de pescadores como la de Cambados, otra de las que se opusieron por activa y por pasiva al anteproyecto de ley acuícola, a pesar de que posee una batea para la cría de moluscos bivalvos de interés comercial.

Otro ejemplo es la cofradía Cangas, también con bateas en las que practica acuicultura mediante la cría de pectínidos, o lo que es lo mismo, la familia de la vieira, la volandeira y la zamburiña.

Podría continuarse la relación por el pósito de A Illa de Arousa, que tiene cedida la explotación de una hatchery-nursery para la producción de semilla de bivalvos.

Y qué decir de un pósito tan importante para el marisqueo a pie en Galicia como el de Noia, donde los socios de la cofradía de pescadores practican la recolección de diferentes especies de bivalvos, tanto cultivados como obtenidos directamente de los bancos naturales de la ría de Muros-Noia.

En este caso, parece que tratando de responder a la creciente demanda del mercado, la cofradía noiesa construyó diferentes instalaciones en las que se ubica una hatchery-nursery con capacidad para producir 12 millones de individuos de ostra, junto a otras especies de interés comercial.

Por si fuera poco, el pósito noiés forma parte del proyecto denominado "Acondicionamiento de bivalvos y claves para el asentamiento de cara a la producción en hatchery competitiva", subvencionado por la Unión Europea.

Eso sin olvidar que esta cofradía participa junto con la Universidade de Santiago de Compostela en estudios sobre diferentes especies con interés económico y perspectivas de cultivo, tales como el pulpo o el erizo de mar.

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