"Cuando el pino llora, el resinero ríe". Es un viejo dicho sobre una actividad muy tradicional en Castilla y León y Castilla la Mancha. La miera se extrae fundamentalmente entre mayo y septiembre -cuanto más seco y caluroso está el tiempo, más "sudan" los árboles-, de ahí que este año el proyecto desarrollado en San Lourenzo de Nogueira no haya dado los resultados esperados al iniciarse la recolección ya en agosto.

Se dice que el oficio de resinero es muy duro por la exigencia física que conlleva -hay que "desroñar" los árboles y picarlos para que "lloren", además de caminar mucho por el monte y trabajar a veces a temperaturas por encima de los 30 grados-, pero en algunas provincias intentan potenciarlo como respuesta a la crisis y el paro mediante la celebración de cursos o el alquiler de masas forestales comunales.

El presidente de la comunidad de montes de San Lourenzo de Nogueira, Silvino Magariños tuvo claro que la experiencia podía ser interesante para la parroquia cuando pidió unos informes a técnicos agrarios y le dijeron que la extracción de resina no tiene por qué dañar el árbol. Así las cosas, la actividad se aprobó en una asamblea.

Silvino Magariños apunta que "entre que los promotores tuvieron que presentar el proyecto y les llovió algo en agosto y septiembre han podido trabajar poco tiempo como para sacar conclusiones claras". De todos modos, sigue creyendo que puede ser una oportunidad para el monte, y un nicho de trabajo.