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La potenciación de Punta Moreiras incluye la restauración del viejo galeón "Jandro"

»Es uno de los elementos expositivos exteriores del Museo de la Pesca y la Salazón »Fue uno de los últimos barcos que transportaron tejas y arena por la ría arousana

La potenciación de Punta Moreiras incluye la restauración del viejo galeón "Jandro"FdV

El proceso de potenciación de Punta Moreiras como destino turístico, en el que se incluye tanto la consolidación del Museo de la Pesca y la Salazón como la reciente apertura de senderos peatonales y la colocación de decenas de esculturas, abarca también la rehabilitación del viejo galeón "Jandro".

Es uno de los elementos expositivos existentes en la actualidad en el recinto exterior del museo, aunque se trata solo del esqueleto de un viejo barco de algo más de trece metros de eslora.

Pero impone y llama la atención del visitante, de ahí que el Concello de O Grove decidiera hace tiempo recuperar la embarcación. Su estado ya mejoró notablemente en los últimos años, pero ahora ha solicitado una nueva subvención para dar un paso más y culminar la restauración.

José Luis González Escalante, el director del Museo de la Salazón, dice incluso que este barco "tiene que durar mucho tiempo, pues es una pieza fundamental y difícil de conseguir".

De ahí que se quiera intervenir de nuevo sobre él, para "reponer estructuras interiores y volver a nutrirlo con aceites y pintura, además de hacerle una bancada o cuna de madera que resulte estética y permita colocar la estructura con mayores garantías de estabilidad".

Con mucha historia

El "Jandro" fue uno de los últimos galeones que surcaron la ría cargados de tejas y arena. Construido en los astilleros de la parroquia rianxeira de Isorna, en 1954, el buque comenzó su larga travesía transportando arena. Llevaba el nombre de "Ricardo Figueira", hasta que en 1972 cambió de propietario y de ocupaciones, ya que hizo de auxiliar de acuicultura en las bateas de la ría. Fue en 1974 cuando lo rebautizaron como "Jandro", a instancias de su nuevo armador, el carrilexo Alejandro Domínguez.

En 1990 cesó su actividad y estuvo varado en una playa de A Illa de Arousa, según cuenta José Luis González Escalante. Con el tiempo el abandono lo destrozó casi por completo e hizo que apenas quedara en pie el esqueleto de madera.

Su primera rehabilitación, que está inconclusa y ahora se quiere ampliar con otra fase, se llevó a cabo en los astilleros Hermanos Garrido, en O Grove.

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