El alcalde de O Grove, Miguel Pérez, y el líder de la oposición, el socialista José Cacabelos, mantienen una dura batalla urbanística. Las órdenes de derribos del edificio administrativo y de la caseta vecinal de O Sineiro llevan al regidor conservador a cifrar en 1,7 millones de euros los gastos que pueden ocasionarse, mientras que el socialista defiende las dos actuaciones realizadas durante su mandato y acusa a Pérez de mentir.

El primer edil estima en 40.000 euros el coste de construcción de la caseta vecinal, en 2.000 su demolición, 850.000 el gasto en construir el edificio administrativo y 122.000 euros para tirarlo. A esto suma la posible devolución de los 700.000 euros de subvención de la Xunta.

Cacabelos le dice que "no puede dar ejemplo ni lecciones de nada porque siempre actúa en defensa de intereses particulares, mientras que a mi siempre me denunciaron por defender actuaciones públicas y de interés general".

Termina recordando que en el caso del edificio administrativo el Ministerio Fiscal pidió que se archivara la causa contra él por tres presuntos deslitos y que "si Pérez está convencido de que todo esto es ilegal que no lo de más vueltas y lo tire todo; lo que ocurre es que no tiene ni un solo argumento con el que hacer campaña electoral".