Rafael Louzán y el alcalde de Vilagarcía, Tomás Fole se reunieron el viernes para analizar el proyecto de construcción de una rotonda en el cruce de la Nacional 640 con el desvío que se toma hacia el Hospital do Salnés. Ambos dirigentes acordaron retomar la iniciativa en cuanto el Ministerio de Fomento formalice la cesión del vial a favor del Ayuntamiento de Vilagarcía "porque antes sería muy complicado porque las exigencias técnicas que impone Fomento para hacer la rotonda son insalvables por la proximidad de la línea férrea", en palabras de Louzán.

En este sentido, el Concello de Vilagarcía está interesado en que Fomento les transmita la titularidad del tramo de la Nacional 640 comprendido entre el restaurante Ciprés -donde se encuentra el límite con el municipio de Caldas- y la casa consistorial, pues a partir de ahí empieza la carretera autonómica PO-548, que la Xunta de Galicia está dispuesta a ceder también el Ayuntamiento.

Pero Tomás Fole quiere que ambos traspasos se realicen después de que tanto Fomento como la Xunta reasfalten sus carreteras, pues en la actualidad tienen el pavimento muy deteriorado, y el arreglo de esas deficiencias le costaría a Ravella cientos de miles de euros. En este sentido, se maneja como posibilidad alternativa que sea la Diputación la que pague el asfaltado si Fomento o la Xunta se niegan a correr con dicho gasto.

Asimismo, se está planteando construir una acera en el acceso al hospital desde la rotonda del Vial del Puerto, para evitar que la gente camine por los arcenes, como pasa ahora.