El barrio de San Tomé en Cambados se viste este fin de semana de gala con motivo de la celebración de las fiestas de la Virgen de la Valvanera. A pesar de ser conocida como la patrona de La Rioja, esta Virgen tiene una gran vinculación histórica con el municipio de O Salnés desde los comienzos del siglo XVIII.

La capilla de Nuestra Señora de la Valvanera se encuentra adosada al Pazo de Montesacro, situado sobre un alto con vistas al mar -a modo de mirador- frente a una plazoleta con una robusta escalinata de acceso. Fue construido en la misma época que la capilla. Originario del siglo XIII, su construcción fue ordenada por el avilés Don Diego de Zárate y Murga, reconocido como primer marqués de Montesacro.

Al tener ascendencia de Logroño y de La Rioja, su patrona era la virgen de la Valvanera, por lo que toda su descendencia contenía este nombre. Una de ellas, Valnavera de Izquierdo y Zárate decide instalarse posteriormente en el Pazo. Cuando llega a Cambados da la orden de derribar una de las torres que lo componía para construir en este emplazamiento una capilla. En ella coloca la imagen de la Virgen que trajo consigo desde La Rioja lo que dio lugar al origen del vínculo.

A modo de decoración tomó la determinación de colocar imágenes de santos que contuvieran nombres de sus antepasados como San José, en honor al segundo marqués de Zárate y Muga, o San Diego, en memoria de Don Diego de Zárate y Murga.

Valvanera de Izquierdo y Zárate no estuvo mucho tiempo en el pazo, ya que perdió un pleito con su medio primo, por lo que el Pazo de Montesacro pasó a manos de otra rama de marqueses. Su delicada situación económica tras el revés judicial le obligaba a vender la mitad de la casona, conservando únicamente de la dinastía de los Zárate y Murga la capilla y el escudo que lo preside.

Salió en procesión una vez

Manuel Rial, historiador especialista de la villa de Cambados, explica que en el barrio de Santo Tomé se le tiene una gran devoción a la Virgen. "Se instaló en el siglo XVIII y fue muy bien acogida por todos los cambadeses. Es una Virgen muy querida, en la época era complicado que alguien no se llamara Valvanera, o algún símil, es más, la gran mayoría de las calles de Santo Tomé tienen como nombre algún diminutivo de Valvanera, como Neri o Nerita".

La imagen que trajeron los marqueses de Zárate y Murga no es la que actualmente sale en procesión. Rial explica que la auténtica imagen solo procesionó una única vez. "Cuando terminó la guerra civil, los cambadeses que regresaron quisieron rendirle un homenaje a la Virgen, por lo que decidieron sacarla en procesión, pero solo una única vez, ya que su estado era bastante delicado y no era recomendable su exposición pública".

En la década de los cincuenta se tomó la decisión de construir una réplica de esa imagen, que se encuentra en la sacristía de la residencia de ancianos de Cambados, "y ésta es la que año tras año sale en procesión", afirma Manuel Rial.