Los planes de protección diseñados por la Xunta de Galicia para recuperar la población de chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) empiezan a surtir efecto, y la prueba es que el conocimiento de esta especie es cada vez mayor, como también la concienciación de los ciudadanos. No obstante, la Sociedade Galega de Ornitoloxía (SGO) pide un paso más, y si bien considera "útil y necesario" el proyecto elaborado por la Consellería de Medio Ambiente, reclama una ampliación de las medidas preventivas.

A modo de ejemplo, la SGO quiere que las denominadas "Áreas Prioritarias de Conservación" se amplíen a playas como Area da Cruz, en O Grove, y "que se reconozca la presencia de la especie" en las playas de Montalvo y Major (Sanxenxo).

Hay que recordar que el chorlitejo patinegro, conocido en gallego como "píllara das dunas", es una especie que anida en el suelo, sin apenas protección, de ahí que sus huevos y polluelos, al igual que los ejemplares adultos, resulten especialmente vulnerables ante la presencia humana en las playas, la práctica de actividades deportivas sobre las mismas y el paso de la maquinaria que las limpia.

De ahí el plan de conservación dictado por la Xunta y las alegaciones presentadas por la SGO. Estas propuestas son básicamente las mismas que se han planteado ya en repetidas ocasiones durante los últimos dos años, y aluden tanto a la necesidad de reducir o eliminar la limpieza mecánica de los arenales como a la prohibición de la presencia de perros y a la supresión de chiringuitos en las dunas.

La Sociedade Galega de Ornitoloxía hace hincapié en que "las playas y sistemas dunares gallegos no deben ser considerados únicamente como espacios de ocio, sino que constituyen ecosistemas naturales altamente sensibles y valiosos, conformando un patrimonio común de toda la sociedad".

Termina diciendo que el chorlitejo patinegro "no debe ser visto como un problema sino como una oportunidad y un valor patrimonial de toda la sociedad".

La "píllara" juega un papel muy importante en O Grove, y más concretamente en playas como Mexilloeira y A Lanzada, donde este año ha vuelto a anidar y ha conseguido sacar adelante varios polluelos que, poco a poco, pueden ayudar a incrementar la amenazada población actual de este pequeño y nervioso pájaro de playa.