Se han retomado por fin esta semana de nuevo las obras en la PO-550 a su paso por Dena por parte de la empresa Sercoysa. Los vecinos ya habían denunciado la lentitud de unas obras que habían comenzado a inicios del pasado de verano y que quedaran paradas a finales del mes de noviembre, dejando además el tramo en obras con señalización deficiente. En total, casi tres meses de paralización que empezaba a exasperar a los vecinos y usuarios del tramo. Incluso, la alcaldesa Lourdes Ucha se interesó hace unas semanas por el hecho e instó a la empresa a que, cuando menos, repintara los pasos de peatones y la señalización horizontal ya muy deteriorada. El director de la obra explicó entonces a la alcaldesa que la causa del retraso era a un problema con Telefónica que debía retirar unos postes y un cableado en la zona para poder continuar las obras.

Los operarios las retomaron estos días trabajando precisamente en la zona más conflictiva, la de la rotonda de A Chanca que empieza ahora a cobrar forma. La zona, mal iluminada y peor señalizada, y que ya de por sí era un punto delicado para la circulación rodada, vio aumentar con las obras su peligrosidad. Las quejas se dejaban sentir incluso en el último pleno por parte de la edil socialista Icía García que reclamaba a la alcaldesa una intervención para mejor señalización provisional para este punto.

Eso sí, al final el proyecto no abordará modificación alguna en el cruce de semáforos del centro que constriñe el tráfico en Dena a su paso por este punto, una auténtica necesidad para esta localidad meañesa. Se había barajado ensanchar ligeramente el vial en ese punto y, a costa de eliminar alguna plaza de aparcamiento y de ocupar una estrecha franja de terreno en un lateral, habilitar isletas de espera en la PO-550 para los vehículos que se desvían con el objeto de subir hacia Meaño o entrar hacia Os Seixiños, amén de facilitar el giro de camiones y autobuses, pero al final esta mejora no se prevé abordar, tal y como solicitaba en su día el concello, aspecto éste que confirma la alcaldesa Lourdes Ucha.

El conjunto del proyecto responde a una iniciativa de la Xunta para mejorar la seguridad del tramo que discurre entre el punto kilométrico 8,7 y 9,8, lo que se traduce en la zona que va desde la entrada de Altamira-Viliquín, recorre las calles Ponte-Dena y Galicia, y llega hasta la entrada a la Rúa dos Colexios. En total 1,1 kilómetros donde se está actuando para mejorar la seguridad del vial en base a una inversión de 694.732 euros.

Tres actuaciones destacan en este proyecto. Una, la construcción de una rotonda en A Chanca para regular el tráfico en el cruce con Altamira-Viliquín y Os Pasales, y que además contribuirá a reducir las elevadas velocidades. Otra, a la altura del puente del Chanca donde se procederá a mejorar la incorporación desde Os Pasales a la 550 mediante un pequeño carril de acceso adicional. Y la mejora del cruce del centro de Dena.