Seguro que puede encontrar fórmulas más prácticas para recorrer los más de 4.000 kilómetros que separan el Algarve portugués de Londres que hacerlo calzándose unas zapatillas y echándose a correr.

Sin embargo, la propuesta se vuelve menos descabellada si detrás hay una causa benéfica, como sucede con el británico Matthew Loddy, embarcado desde hace cuarenta días en el proyecto "2TonRun" con el que estos días cruza las Rías Baixas.

Su objetivo: recaudar al menos 100.000 libras (más de 118.000 euros) para apoyar a adolescentes enfermos de cáncer. Para ello, durante cien jornadas este director general de una empresa de andamios correrá una maratón al día, 42,2 kilómetros con los que espera poder ayudar a un hospital londinense con un programa especial para jóvenes.

La idea comenzó a gestarse hace unos años, cuando Loddy prometió a un amigo enfermo de cáncer que irían andando desde Londres hasta Portugal, donde se tomarían unas vacaciones, y así recaudar dinero para pagar la operación que necesitaba. "Desafortunadamente él no puede hacerlo porque falleció hace dos años, pero yo dije que lo haría y aquí estoy, corriendo", señala Matthew exhausto tras pasar más de cuatro horas (su media diaria) sobre el asfalto.

La carrera de ayer, en la que sumó su trigésimo segundo maratón, comenzó casi de madrugada en Beluso (Bueu) y finalizó a primera hora de la tarde en la avenida da Toxa, de Raxó, tras un recorrido que se alargó más de lo previsto, cuando decidió desviarse de la ruta establecida hasta Lourido, para disfrutar del paisaje, bien distinto al de Berkhamsted, a unos 50 kilómetros de la capital británica. Según el libro de ruta que improvisa sobre un plano, hoy cubrirá la distancia entre Raxó y Carril (Vilagarcía), pasando por Sanxenxo o Cambados, aunque la meta varía siempre "en función de las carreteras secundarias que cojamos", explica.

A través de su organización Framework Foundation, apoya el programa "Teenage Trust Cancer", que ayuda a los adolescentes con esta enfermedad. "El cáncer es lo peor que te puede pasar, más a esa edad, pero estando juntos tienen más autoestima porque todos tienen el mismo problema y se curan mejor", relata.

Desde Lagos (Algarve) corrió hasta el punto más occidental de Europa, el cabo San Vicente, para recorrer luego la costa portuguesa hasta España. En tres días espera llegar a Compostela y, desde ahí, desandar el Camino de Santiago hasta Francia y poner rumbo a Londres por la costa Este del país galo. Ni el Canal de la Mancha será un obstáculo, ya que en el tren, apunta, se instalará una máquina para que pueda continuar su reto. Sus avances pueden seguirse en el detallado blog de su web (www.frameworkfoundation.co.uk) donde se recogen las donaciones.

Como único compañero de viaje Matthew lleva a su padre, "que cumplió el martes 84 años; no tenemos más equipo de apoyo. Es mi conductor y mi médico, lo es todo", reconoce.

A pesar de las maniobras que tuvo que realizar algún conductor para esquivarlo en el centro de Marín sus únicos problemas por ahora están relacionados con las ampollas en los pies, que le hicieron vivir la peor parte de esta experiencia en Portugal donde "tuve que ir al hospital tres veces en siete días y eso es demasiado".

La meta para esta promesa convertida en aventura le espera aún el próximo 22 de abril, cuando completará el centenar de maratones participando en la de Londres.