Los vigilantes de los pósitos son quienes se enfrentan continuamente a la lacra del furtivismo y los que, para ponerle freno, proponen mayor contundencia en el procedimiento sancionador. Pero también aspiran a disponer de más atribuciones, para así poder identificar e incluso retener a los ilegales e inmovilizar sus vehículos. Al igual que reivindican un control mucho más intenso de cuantos adquieren el producto ilícitamente obtenido, es decir, restaurantes, pescaderías, plazas de abastos y demás lugares donde, a veces sin pudor alguno, se venden los frutos del furtivismo.

Estas son algunas de las reflexiones que plantea el informe "El furtivismo marino y su incidencia en la comunidad autónoma de Galicia", en el que se incluyen las aportaciones realizadas por 80 Guardas Particulares de Campo (especialidad de Guardapesca) dedicados a las guarda y custodia de bienes de las cofradías y agrupaciones de mariscadores de las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra.

En la elaboración del citado informe, el equipo de campo que se ha ocupado de ello ha tenido muy presentes las aportaciones anónimas de esos guardas o vigilantes, pues como se explicaba ayer, el general Manuel Ferreiro Losada considera que "son los que sufren en primera persona las consecuencias del furtivismo".

Cuando fueron preguntados por las posibles soluciones o medidas para erradicar el furtivismo, o al menos para tratar de mitigarlo, un 15% se inclinó por mejorar el procedimiento sancionador, un 14% apostó por el control externo –en restaurantes, plazas de abastos, depuradoras y demás–, otro 14% defendió una mejora de la coordinación y el 12% recalcó la necesidad de criminalizar las conductas furtivas. La mejora cualitativa de la vigilancia (11%), su mejora cuantitativa (10%) y el incremento de medios (7%) son otras propuestas o necesidades.

Procedimiento sancionador

Al desmenuzar esas aportaciones, puede extraerse que los vigilantes creen conveniente revisar el procedimiento administrativo para "determinar sanciones más elevadas o la retirada temporal o permanente del Permiso de Explotación Marisquera (Permex)", pero también "evaluar la necesidad de establecer alguna forma de castigo efectiva aplicable a los insolventes". En este último supuesto apelan al "decomiso de los vehículos utilizados en la actividad o como medio para cometerla". E incluso plantean que los furtivos puedan ser requeridos para hacer trabajos en beneficio de la sociedad.

Los vigilantes, y la Guardia Civil se hacen eco de ello en el informe elaborado a petición de la Fiscalía General de Galicia, abogan por "habilitar un procedimiento que permita decomisar los vehículos y embarcaciones, sobre todo los que hayan sido utilizados en más de una ocasión".

Al hacer estas reflexiones se apunta que "para algunos furtivos que carecen de bienes a su nombre, el decomiso de los medios de furtivismo es el único daño económico que se les causa", motivo por el cual "debería posibilitarse que esta incautación profesional en forma de sanción preconstituida fuese más frecuente, permitiendo para ello que los guardapescas y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado pudiesen aplicarlas de manera provisional hasta que se resuelva el procedimiento sancionador, dificultando así la posibilidad inmediata de continuar con la actividad".

Cuando se habla de actuar en el procedimiento sancionador se alude, igualmente, a hacer efectivo el cobro de las sanciones y a la aplicación de medidas más contundentes "contra los grandes compradores, como restaurantes, lonjas y mercados de abastos, dificultando el normal desarrollo de estos negocios en caso de verse habitualmente implicados en asuntos de furtivismo".

Control externo

De la actuación contra esos "posibles compradores o beneficiarios del marisco procedente del furtivismo" también se habla en el apartado que propone intensificar el control externo. En este caso los vigilantes se refieren a restaurantes, mercados, empresas de distribución, depuradoras, medios de transporte, puertos y similares.

También sugieren que, "a efectos de control y por razones de seguridad, se podría obligar a que el personal dedicado al marisqueo estuviese dotado de vestimenta, con material altamente visible y fácil de detectar por el personal vigilante, de tal forma que se diferenciase claramente a los mismos de cualquier otra persona ajena a la actividad". La medida, alegan, "supondría un elemento importante de seguridad, al facilitar la localización de mariscadores en peligro".

Coordinación

Los guardapescas reivindican en algunos casos "un procedimiento ágil de colaboración entre todos los llamados a luchar contra el furtivismo", como son los propios vigilantes de la cofradía, Gardacostas de Galicia, Policía Autonómica y Guardia Civil. En este apartado proponen cursos de formación, reuniones de coordinación y otras acciones que propicien "el conocimiento mutuo y la confianza entre los diferentes colectivos de prevención del furtivismo", ya que "es mucho y de muy distinta procedencia el personal llamado a participar en esta lucha".

Mejora cualitativa

De las encuestas realizadas entre 80 Guardas Particulares de Campo se deduce la necesidad de introducir una mejora cualitativa de la vigilancia.

En el informe elaborado para Fiscalía se argumenta que "el amplio litoral requiere de un gran número de vigilantes para el adecuado control del mismo", y se puntualiza que los percebeiros "no marisquean juntos, sino que distan unos de otros a veces varios kilómetros, lo que dificulta el trabajo de los guardapescas".

Agentes de la autoridad

El informe sobre furtivismo en Galicia explica que "existe la necesidad de reforzar legalmente la actuación de los guardapescas marítimos en el ejercicio de sus funciones, y podría lograrse mediante la provisión jurídica de la condición de agente de la autoridad durante el desempeño de sus cometidos".

De este u otro modo, de lo que no hay duda es de que se trata de una figura "que requiere de un mayor respaldo legal y apoyo institucional por parte de la Administración".

Buscan, en síntesis, "dignificar la profesión del guardapescas teniendo en cuenta la dificultad que entraña este trabajo".

En verano

Otra de las recomendaciones formuladas por los vigilantes de las cofradías y agrupaciones de mariscadores de Galicia se centra en la necesidad y conveniencia de reforzar la vigilancia en las épocas de mayor incidencia del furtivismo, y especialmente en verano, cuando actúa lo que se conoce como furtivo vacacional.

El objetivo en este caso concreto es incrementar la vigilancia cuando la marea está baja y actuar de manera más intensa tanto en playas como en puertos.

Otras ideas

Todo lo dicho hasta aquí se completa con otras muchas medidas y propuestas, entre ellas que los guardapescas tengan la posibilidad legal de inmovilización de los furtivos que se nieguen a la identificación de sus vehículos y embarcaciones.

Esa inmovilización se haría efectiva hasta la llegada de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado al lugar de los hechos.

Y no menos importante resultaría, a juicio de los agentes encargados del informe, "dar atribuciones a los guardapescas para decomisar los productos y útiles de trabajo de los furtivos", pues esto es algo que en la actualidad solo está permitido, en virtud de la Ley de Pesca de Galicia, al personal de vigilancia dependiente de la Xunta, como son los miembros del servicio de Gardacostas de Galicia.