Los edificios de Vilagarcía cumplen, en su mayoría, las normas de accesibilidad para personas con discapacidad. Así lo acreditan los administradores de fincas, que afirman que casi todos los inmuebles modernos son construidos pensando en estos clientes y que los antiguos, cada vez más, están siendo reformados, a pesar de que en los últimos años, en parte debido a la crisis, se ha registrado un considerable parón de las obras.

La adaptación de un vivienda comunitaria a las necesidades de personas con movilidad reducida no es fácil ni barato. Así lo afirman en la administradora Lema de Vilagarcía, donde explican que las ayudas para este fin solo pueden ser solicitadas a posteriori, una vez terminada la obra y mediante proyecto.

Esto echa para atrás a muchos propietarios, que consideran inviable invertir cerca de 60.000 euros en instalar un ascensor. Es un precio orientativo, pero aclara la dificultad de los inquilinos para afrontar el gasto, pues en un edificio con 12 propietarios, cada uno de ellos debería poner de su bolsillo 5.000 euros antes de que la Administración autonómica, si aprueba el proyecto, le conceda la subvención correspondiente.

En los últimos años, explican en Lema, las reformas en inmuebles se han limitado a reparar goteras o cubrir exigencias del Concello por el mal estado de los mismos, lo que ha llevado a un estancamiento de los cada vez menos comunes edificios con barreras arquitectónicas.

Las legislación sobre vivienda no exige a una comunidad que adapte la vivienda a personas con movilidad reducida, salvo que alguna de ellas resida allí y lo solicite. También están obligados los negocios situados en inmuebles con o sin pisos residenciales, que tienen que colocar rampas, ascensores y cualquier otro tipo de elemento para facilitar el acceso Así ha sucedido en muchas ocasiones en Vilagarcía. También son comunes los casos de construcciones en las que se han adaptado rampas que evitasen los obstáculos más habituales para personas con sillas de ruedas, las escaleras.

En una de ellas, situada en Doctor Tourón, la reforma de la calle acabó con la rampa que habían pagado los propietarios, haciendo que ahora la entrada quede al nivel de la calle y la basura entre con facilidad.