El domingo FARO DE VIGO publicaba que la Consellería de Facenda fija el precio de los pisos en A Toxa un 30% más caros que en las ciudades de Vigo y A Coruña. Esto se debe, entre otras razones, a la construcción de una urbanización de lujo donde el chalé más barato se vendía por 480.000 euros, pero también a la belleza de este paraje, donde existen verdaderas mansiones en las que ocasionalmente habitan personajes muy conocidos.

Es precisamente en esta isla donde tienen una de sus residencias conocidos personajes como Amancio Ortega, el dueño del imperio Inditex, con una mansión en la Rúa da Condesa, donde también habitan puntualmente otros conocidos que hacen que el lugar sea identificado como la "calle de la moda", pues además de Ortega tienen casa (cada uno la suya) los hermanos del diseñador Adolfo Domínguez, es decir, Jesús, Javier y Josefina.

Como también el propietario de una importante empresa naviera del puerto de Vigo, mientras que en otros puntos de la isla tienen residencia la familia Calvo –conocida por su industria conservera– y altos cargos de firmas multinacionales.

En el Concello incluso dicen tener entre sus vecinos, al menos entre los ocasionales, al dueño del grupo hotelero Hesperia, José Antonio Castro, y a alguien muy de moda últimamente, como José María Castellano, designado para presidir el banco de Novacaixagalicia. Además, citan a Juan Carlos Rodríguez Cebrián, inversor y sobrino de Amancio Ortega, que también fijó una de sus residencias en A Toxa, como sucede con el prestigioso oftalmólogo ourensano Luis Outeiriño Míguez.

Esas residencias de lujo se esparcen por distintos puntos de la isla, pero sobre todo destacan en la citada Rúa da Condesa, donde se concentran los principales pesos pesados del sector empresarial.

A modo de ejemplo baste decir que en la calle Condesa hay ocho inmuebles concretos que tienen un valor catastral de 2.433.000 euros, y algunos expertos indican que el valor real, el de mercado, "puede ser el doble, e incluso multiplicarse por diez", por lo que en este caso esos 8 inmuebles podrían superar en mercado los 20 millones de euros. Y no es nada descabellado, pues hace años un conocido personaje se gastó prácticamente 3 millones en comprar y reformar una vivienda.

Son grandes y lujosas casas, sobre todo en su interior, a las que suelen adjuntarse cuidados jardines y/o piscinas. Por término medio cada una de esas viviendas, junto con su respectiva "huerta", disponen de unos 2.000 metros cuadrados de superficie. Otro dato llamativo es el referente al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). En el Concello de O Grove las tasas no son tan elevadas como en otros municipios, pero aún así, frente a los cerca de 150 o 200 euros que puede pagar de media una familia cualquiera en España, en A Toxa cada una de esas viviendas abona del orden de 1.500 euros anuales.

En cualquier caso no es fácil disponer de datos, pues muchas de esas mansiones están a nombre de empresas, y la mayoría de ellas poco conocidas.

Entre esas firmas aparece Grilse S.L., con sede en Arteixo (A Coruña) y que aparece vinculada a Amancio Ortega, uno de los hombres más ricos del mundo. En el año 2001 FARO DE VIGO ya informó de que Ortega adquirió una mansión que junto a la finca había costado en origen 250 millones de las antiguas pesetas. Pero a él pudo haberle costado el doble, pues encargó una serie de obras de reforma y mejora interior y exterior, entre ellas la incorporación de fuertes medidas de vigilancia y seguridad.

Ya entonces FARO explicaba que era una mansión llamada "El Pato" que tenía cerca de 800 metros cuadrados de superficie, y en la actualidad la propiedad –finca incluida– figura inscrita con aproximadamente 1.800 metros cuadrados.

En dicha vivienda, dotada de ascensor, se distribuían entonces seis habitaciones –con sus respectivos cuartos de baño– y un lujoso y espacioso salón comedor.

Ya se aclaraba, igualmente, que la casa –construida en piedra– se sitúa justo al pie de una de las carreteras interiores de la isla grovense, y más concretamente la que avanza desde el Gran Hotel La Toja hacia el Palacio de Congresos y Exposiciones, pasando por el antiguo Beach Club, las remozadas pistas polideportivas y el campo de golf.