El voto de Alfredo Bea, representante del Partido Galeguista Demócrata (PGD) de O Grove, fue decisivo para que el conservador Miguel Pérez se convirtiera en alcalde. Con ayuda de la independiente Aida Filgueira formaron un tripartito que permitió al PP recuperar la Alcaldía, y se hizo así en base a una serie de pactos y negociaciones previas con la cúpula popular.

Ayer los galeguistas volvieron a reunirse con los conservadores, esta vez en un almuerzo de trabajo que tuvo lugar en el campamento juvenil de A Lanzada, donde se cerraron los últimos flecos del acuerdo y el galeguista Alfredo Bea se ocupó de que el PP mantenga sus compromisos e incluso le arrancó alguno más.

Bea estuvo arropado por Víctor Otero Prol y Félix Lamas –sus números 2 y 3–, mientras que el alcalde Miguel Pérez acompañó en la cita al presidente provincial del partido, y de la Diputación, Rafael Louzán, y al delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís.

En el encuentro se habló de los acuerdos alcanzados en sus días, para garantizar su cumplimiento, y también se pidieron nuevas inversiones para la localidad.

"La reunión fue tan constructiva y extensa que incluso acabamos reclamando más contenedores para la recogida de basuras", reconoce el propio Bea.

Preguntado por las razones de este nuevo encuentro responde que había quedado pendiente desde la ronda de negociaciones previas a la sesión de investidura, y a esto añade que su principal preocupación es "conseguir infraestructura y dinero para el pueblo de O Grove".

La construcción del nuevo pabellón polideportivo, el acondicionamiento de playas e incluso la posibilidad de que la Diputación retome la colaboración para completar la mejora del campo de fútbol de As Lampáns fueron algunos de los asuntos tratados, al igual que la reposición del césped del terreno de juego de Monte da Vila.

En cierto modo lo que hizo Alfredo Bea ayer fue reclamar su parte en relación con el pacto que permitió al PP recuperar la Alcaldía.

Para todo el pueblo

Lo que sucede es que en las negociaciones los galeguistas fueron quizás los que más cedieron, pues renunciaron a varias concejalías que perseguían e incluso a la primera tenencia de Alcaldía. Y a cambio pidieron diferentes proyectos e inversiones de interés para la localidad, que son esos en los que se insistió ayer en la comida de trabajo.

"No pedimos para nosotros, sino para nuestro pueblo, y en este sentido, tenemos que agradecer la colaboración y buena disposición que muestra Rafael Louzán", sentencia Alfredo Bea García.