Los bateeiros gallegos piden un cambio en la legislación para que se les autorice extraer la mejilla en cualquier época del año, es decir, sin estar sujetos a un calendario de veda que les fuerza a recolectar la semilla del molusco en las rocas del litoral sólo entre el 1 de diciembre y 31 de mayo.

El argumento manejado para pedir que se elimine esa veda es que con ella se limita la recolección a una época concreta del año, y por tanto todas las bateas se cargan con la semilla en el mismo periodo, lo cual significa que el mejillón alcanza el tamaño comercial y sale al mercado prácticamente al mismo tiempo en todos los parques de cultivo, lógicamente con variaciones que dependen de la ubicación de la batea y de la ría de que se trate.

Sin embargo, al permitir que la extracción se haga en cualquier momento del año los bateeiros podrían colocar mejilla en las cuerdas –el proceso de encordado– para iniciar una nueva campaña a medida que saquen al mercado el mejillón adulto, es decir, a medida que vacíen las cuerdas disponibles en el parque, que no pueden ser más de 500. De este modo se lograría mantener la producción durante todo el ejercicio y evitar la saturación de los mercados, sobre todo ahora que los cocederos y conserveras ya no hacen el stock que acostumbraban a hacer.

Así lo entienden, y así se lo transmiten a la conselleira de Mar, Rosa Quintana, quince asociaciones de productores gallegas y decenas de bateeiros a título individual –rondan las 1.700 bateas, pero el número puede ir en aumento–, que mediante un escrito piden a la Xunta la apertura de la extracción de mejilla todo el año "en aras de lograr una mayor regularidad, rentabilidad y competitividad del sector, permitiéndonos planificar la recogida de la mejilla en función de las circunstancias puntuales derivadas de la situación de la cosecha y de los mercados".

Dicho de otra forma, la existencia de una veda y la obligación de recoger y encontrar la mejilla en una misma época del año "genera una descompensación en los ciclos de producción, concentrándose la mayor parte en las mismas fechas", y en consecuencia provocando situaciones como la saturación de los mercados, la caída de precios y la "guerra" en los muelles.

Espaciar a lo largo de todo el ejercicio la extracción de la semilla es, por tanto, un modo de buscar mayor rentabilidad para el conjunto del sector, "pues se logrará una regulación de la producción y de las ventas".

En este sentido, la disminución del stock al que recurrían las firmas transformadoras, la crisis y la llegada de mejillón foráneo "nos obligan a regular la producción desde la base para poder competir y comercializar el producto en igualdad de condiciones y para evitar la masificación de mejillón en determinadas épocas del año", esgrimen los firmantes del escrito.

En ese mismo documento sostienen que poder extraer mejilla todo el año es positivo porque "está demostrado que cuanto más se rascan las rocas –de las que se extrae la semilla– más productivas son, y tampoco hay que olvidar que la época más importante para el desove es la primavera, y esto hace que la mayor cantidad de mejilla que se fija a la rocas ya no sea recuperable por comenzar la veda a finales de mayo".