Hace poco más de un año Xosé Avelino Ochoa y Astilleros Hijos de J. Garrido, en el Concello de O Grove, iniciaban una apasionante y didáctica actividad: la construcción de la dorna "Sara" y la creación de un blog que permitiera usar Internet para seguir paso a paso las diferentes fases constructivas.

El objetivo está cumplido, pues la embarcación está a punto de ser botada y el blog descubre uno a uno los secretos que encierra la carpintería de ribera y/o tradicional.

Desde el 21 de mayo de 2008 el internauta puede sumergirse en la página oficial de "Sara" para enrolarse en una apasionante travesía que, a base de textos y fotografías, permite hacer seguimiento de la gestación y nacimiento de esta dorna de 8,40 metros de eslora, "construida con cuadernas de iroko y forros de caoba, en madera alistonada".

Tradición y modernidad

Es una embarcación que, según el propio Avelino Ochoa, "pretende mezclar el encanto de los barcos tradicionales y las comodidades de la náutica de recreo".

Y es que se trata de "una dorna de tope con técnicas de carpintería actuales: alistonada, con cubierta cómoda y habitable, dotada de cocina y baño, dos camas, armada de vela cangrejera, foque y trinqueta y provista de todos los avances técnicos en cuanto a electrónica", según explica el blog.

Los manuales dicen que la construcción de una embarcación comienza con la selección de la madera y sigue por la quilla, la cuaderna maestra, el molde, el forrado o "banceado" del casco, la instalación de la cubierta, el calafateado o sellado, dotación de aparejos y motores... Esa es la teoría. La práctica es la que se ofrece mediante el seguimiento de la construcción de "Sara".

Desde el principio

Aquellos que siguieron la evolución de esta obra –los que no lo hicieron aún están a tiempo– pudieron comprobar cómo se trazaban las plantillas de las cuadernas y varengas, de lo cual se ocupó el carpintero utilizando unos planos en los que se describe la forma del esqueleto de la embarcación partiendo de la cuaderna maestra hasta proa y popa.

Con las plantillas –de chapa– en la mano y la madera convertida en tablas, se da forma a estas. Las cuadernas son tratadas para empezar a trazar el esqueleto de la dorna.

En junio del año pasado, y como manda la tradición, se mojaba la quilla con vino, tal y como se observa en la web, donde también puede analizarse la creación de la popa, el "enramado", la colocación de calzos y otros procesos semejantes, entre ellos la construcción de la cabina, que dio comienzo en diciembre.

Ya en enero los trabajos se centraron en la cubierta e interiores de la dorna, mientras que en febrero culminó el proceso de encolado de la cubierta y la preparación de un elemento tan importante como la bitácora, donde se instalarán los aparatos electrónicos y mecánicos precisos para la navegación.

Fue en marzo cuando, con la cubierta finalizada, se celebró una pequeña fiesta de colocación del "ramo", al tiempo que seguían los preparativos del interior de la nave.

En abril se inició la fase de "banceado" o forrado, considerada la operación más compleja y meticulosa. Las tablas que forman el casco –conocidas como tracas o banzos– se unen unas a otras en lo que se conoce como "forro a tope", que habitualmente se realiza desde la parte superior hacia la línea de flotación.

Llegó mayo, y fue entonces cuando en el blog se explicó el por qué de haber elegido madera para esta construcción, aclarándose, entre otras cosas, que ofrece mejores características acústicas y térmicas que otros materiales, además de tratarse del elemento más resistente al denominado "estrés de los materiales".

Ni que decir tiene que las preguntas y dudas que fueron surgiendo sobre la marcha se plasmaron también en el blog, recibiendo cumplida respuesta por parte de los responsables de esta importante construcción naval, quienes el 31 de mayo indicaban que "mientras la madera de los interiores recibe tratamiento de protección y acabados, en el exterior del casco los carpinteros presentan la cinta, que se ubica en la parte inferior del trancanil de ambos costados, y de proa a popa".

Ya este mes, los interiores y la bitácora recibieron aceites, saturadores y demás tratamientos de nutrición y protección de la madera. A esto siguió la aplicación de la imprimación, el empastado y el lijado, desplazándose la dorna hasta el foso para colocarle el quillote, que está relleno de plomo.

Es, en síntesis, un laborioso proceso que constata tanto la importancia de la flota tradicional como el saber hacer de Astilleros Hijos de J. Garrido, una empresa familiar fundada a mediados del siglo XIX que se ha convertido ya en una referencia para toda Galicia en lo que se refiere a construcción y restauración de embarcaciones.