En un intento de arrojar luz sobre el conflicto que protagoniza la plantilla del Concello de Vilagarcía, Comisiones Obreras hizo públicos ayer dos datos: el 95% de la actual plantilla no alcanza los 1.496 euros que suponen la media salarial en Galicia y el funcionariado ha perdido poder adquisitivo desde los años 80, al incrementarse sus salarios por debajo del IPC real.

Aunque fuera sólo unas décimas, la pérdida se ha ido acumulando "tal como reconoce el gobierno que por eso ha fijado una subida del 3,5% y por tanto, superior al 2% de la administración local", explica su representante, Miguel Alonso. Denuncia también que la temporalidad de los contratos afecta a más del 60 por ciento de la plantilla lo que, en su opinión, impide una adecuada profesionalización y por tanto una adecuada prestación de servicios. Y es que la actual plantilla supera el medio millar de personas y sólo se ven afectadas por la catalogación, 250: funcionarios y trabajadores fijos.

En ese sentido se expresó también el responsable de CSI-CSIF, Avelino Santos. Cree que "uno de los grandes problemas que provocan que el incremento salarial esté parado es la temporalidad pues los contratos indiscriminados suponen un importante gasto, además de complicar el proceso de catalogación". Santos entiende además que las gratificaciones que decreta la alcaldía cada año "son un lastre que este gobierno arrastra desde el principio y que año tras año vienen beneficiando a determinados departamentos mientras el resto de trabajadores se sienten molestos porque no existen razones objetivas para fijarlas". Cree que "si ese dinero, que supone más de 1.000 euros para un solo funcionario se hubiese ido guardando para destinarlo al conjunto de la plantilla probablemente ahora no tendríamos este problema".

En ese sentido, Benito Romero, de la CIG quiso dejar muy claro que no se está debatiendo una subida salarial sino una reestructuración de los sueldos, es decir, que las nóminas se adecúen a las funciones que a día de hoy realiza cada trabajador y que han variado mucho en los últimos doce años: "Hay departamentos a los que el gobierno le fue incrementando las funciones pero no el sueldo. Se trata de poner a cada quién el que le corresponde por las características de su empleo. Hay algunos que están valorados correctamente y esos no se tocarán, por lo tanto no es una subida lineal ni se puede hablar de variaciones del 30% como dice el alcalde".

Los cuatro sindicatos, en el pleno de hoy

Los tres sindicatos coincidieron al señalar que el hecho de que el proceso de elaboración del primer catálogo de Ravella se demorase más de tres años es achacable, únicamente, al gobierno: "Ahora Gago dice que no negocia con presión pero es que tampoco lo hizo sin ella", lamentan.

Subrayan que si decidieron movilizarse fue "porque el 16 de marzo el gobierno rompió la negociación alegando falta de tiempo y cuando decide retomarla deja pasar 10 días antes de la primera reunión".

La próxima movilización se celebra hoy coincidiendo con el pleno y UGT ya ha anunciado que estará allí.

Los sindicatos entienden que puede ser difícil llegar a una catalogación antes de las elecciones pero no renuncian a negociar para intentar una subida que frene su pérdida de poder adquisitivo. Recuerdan que el catálogo va más allá al definir funciones, facilitar el acceso a la formación "que a los grupos altos se les paga incluso en horas de trabajo" o tener derecho a una carrera profesional: "Eso no es ilegal, como dice Gago, lo ilegal son sus gratificaciones".