La asociación Nosa Terra es, quizá, la que tiene las mejores vistas de toda la ciudad. A la orilla de la playa de Alcabre, el gran edificio, en cuya planta baja se ubica la cafetería, ya alberga las actividades del nuevo curso. En ellas se puede inscribir, además de los socios, cualquier persona interesada.
El año pasado, y bajo la batuta de la ahora presidenta, Susi Tomé, el calendario de cursos se amplió con zumba, capoeira, manualidades, bailes latinos y yoga. Tanto estas clases como las ya consolidadas de gimnasia de mantenimiento, pilates, pandereta, costura e inglés tienen la matrícula abierta, con precios que oscilan entre los 14 y los 20 euros al mes.
"En los cursos participan alumnos de 30, 40, 50 años y más, pero nos gustaría que se incorporaran niños y jóvenes. Es nuestra asignatura pendiente", señala la presidenta.
En la actualidad, son 375 los socios que forman parte de Nosa Terra, donde a lo largo del año se celebran eventos como el Samaín, el magosto, el Entroido, la hoguera de San Xoán o el festival de fin de curso, cuya primera edición tuvo lugar antes del verano. "En Alcabre, la gente no es demasiado participativa; nos cuesta sacarla de las casas", se lamenta Tomé. "Es otro de nuestros retos, que los vecinos acudan a la asociación más allá de los grandes eventos".
Transporte público
Como enlace entre la parroquia y las Administraciones, la entidad está actualmente en conversaciones con el Concello y Vitrasa para ampliar la línea de transporte público. "Ahora mismo, los vecinos tienen que bajar hasta la Avenida Atlántida o subir a la Avenida de Europa. Nosotros estamos peleando para que el bus pase también por el centro: Castañal, Viñagrande, Sobreira, la residencia de Santa Marta...", explica Carlos Sobreira, secretario de Nosa Terra.
En la última reunión con Ángeles Marra, la concejala de Transportes expresó su prioridad de que la línea llegue a la residencia de la tercera edad, aunque esta solución es insuficiente para la junta directiva de la asociación. "Queremos un recorrido que abarque todo el centro de la parroquia. Tampoco exigimos una línea entera, pero sí ciertas frecuencias, porque tenemos una población bastante envejecida que necesita del transporte público", apostillan.
Uno de los obstáculos a la ampliación era una curva en Sobreira que dificultaba el paso de los autobuses. Tras solicitárselo a los propietarios, éstos cedieron el terreno y este mes se ejecutará la obra para ensanchar la vía. Finalizadas las obras, la asociación volverá a reunirse con la concejala de Transportes.
