No se diferencia lo usado de lo nuevo porque todo está elegido cuidadosamente. El reciclaje puede llegar al armario y eso lo sabe muy bien Angie Filgueiras Búa, que desde 2010 tiene en las galerías Durán de Vigo su tienda "Angie Club", dedicada a ropa "low cost" y estilo vintage. Fue pionera, la que trajo el concepto a Vigo tras haberlo vivido en Madrid, donde trabajaba. Vestir diferente y con calidad es asequible para todos los bolsillos.
Lo suyo -recalca- nada tiene que ver con los mercadillos de ropa de segunda mano. "Aquí todo se elige al detalle, no es un negocio fruto de la crisis porque yo ya me dedicaba a la moda desde hacía años en Madrid y el concepto "low cost" hace mucho tiempo que está en marcha en ciudades como Londres o Berlín. La tienda fue la primera de estas características que se abrió en Galicia", cuenta Angie, que ahora tiene el local en la planta baja de las galerías Durán viguesas.
Angie se declara consumidora de segunda mano "desde hace más de quince años". Su conciencia ecológica, volcada al reciclaje en todos los ámbitos y su pasión por la moda le llevó a explorar un territorio que en Madrid y otras ciudades se extendía con éxito. Llegó con un largo bagaje de experiencia a Vigo y decidió ofrecer lo que muchos buscaban: exclusividad, un estilo "vintage" y ropa de firma a precios asequibles. No sigue tendencias, así que en Angie Club se puede encontrar de todo. Su tienda reúne segunda mano, vintage y prendas nuevas. Perfectamente clasificado y etiquetado. La opción se extiende a bisutería y complementos.
Desfiles de moda con los propios clientes como modelos
- Angie Filgueiras ha traido a Vigo un nuevo concepto de negocio no solo porque sea sostenible, ecológico y asequible, también por la difusión que le da a las prendas, a través de desfiles de moda en los que los modelos son los propios clientes. Ciudadanos de a pie, de todas las tallas y edades, sin experiencia en la pasarela, gente común a la que propone si quiere lucir vestuario por un día. La respuesta ha sido tan exitosa que ya va por la cuarta convocatoria. Le gusta demostrar con esta iniciativa que la ropa no tiene años sino muchas vidas y puesta se ve muy diferente. El desfile próximo desearía hacerlo cercano a las Navidades. Esta vez, si es posible, cambiando de espacio, que podría ser en la cafetería Detrás do Marco.
