Un litro de aceite usado contamina hasta mil de agua, un bien natural abundante en Galicia aunque esto no evite un problema al que ha tratado de hacer frente la diseñadora industrial Analía Blanco, con un producto artesanal de las abuelas gallegas de antes, -el jabón-, que ella ha recuperado "con I+D+i".

Esta mujer hispano-argentina ha lanzado una potente campaña de micromecenazgo, puesta en marcha hace dos meses y que concluye dentro de cinco días, para comercializar un electrodoméstico que transforma un residuo muy complicado de eliminar en una pastilla biodegradable. "Se estima que en España se generan 180 millones de aceite vegetal usado como residuo y que dos tercios acaba en las alcantarillas", explica Blanco.

De esta manera, si una persona genera una media de cuatro litros de aceite como residuo, reutilizándolo con la Fábrica de Jabón, el nombre que recibe el electrodoméstico que ha ideado, cada persona dejaría de contaminar cerca de 4.000 litros de agua potable.

Fue a raíz de un trabajo para su máster en Diseño de Productos cuando surgió la idea de Analía Blanco. Los alumnos debían crear un sistema que "solucionase algún problema de sostenibilidad" y esta inventora empezó a investigar sobre la manera tradicional de hacer estos jabones de la abuela con aceite usado.

Si bien comprobó que era un producto de calidad y una buena alternativa para dar un segundo uso al aceite, concluyó que "el ritmo de vida actual no es compatible con este proceso artesanal". Por el tiempo que implica, "sí puede ser un hobby pero no un sistema habitual".

Así que, partiendo de esta base, Analía se puso manos a la obra hasta que concibió un práctico electrodoméstico que "bautizó" como Fábrica de Jabón y con el que ganó el del Primer Premio del Concurso Internacional de Diseño James Dyson Award 2011.

Patentó su sistema, comenzó con el proceso empresarial y a finales de junio de 2013 tuvo ya el prototipo.

Más pequeño que un microondas, consigue con medio litro de aceite usado elaborar 530 gramos de jabón ecológico. "Se cuela el medio litro de aceite, no hace falta esperar a tener más. En cada recipiente pertinente añadimos el aceite, un cuarto de litro de agua, 75 gramos de sosa y si se quiere unas gotas de alguna esencia", expone Blanco.

En veinte minutos, el jabón está listo para reposar en los moldes, sin necesidad de que se esté pendiente del proceso "y minimizando el contacto con la sosa". Tras 48 horas se puede "desmoldar" y dejar reposar dos semanas para poder usarlo para limpieza doméstica. También se puede utilizar para uso corporal, "aunque es recomendable elaborarlo con aceite sin usar".

Este jabón tiene, según Blanco, gran capacidad como "quitamanchas, desinfectante y sin ningún tipo de aditivos". Además, aunque no se añada ninguna esencia "no huele a comida, sea de lo que sea el aceite, pescado, chorizo... el proceso de filtrado le proporciona un olor a jabón natural".

Con "dos cucharadas de este jabón rallado" en el tambor de la lavadora junto con la ropa es suficiente para hacer la colada. Si con los detergentes convencionales una lavadora cuesta 0,28 euros, de esta manera serán 0'008 euros, garantiza.

Con este invento entre manos comenzó Analía Blanco la búsqueda de financiación. Tras ver "la falta de interés por parte de los inversores en proyectos sociales, ecológicos y de índole industrial", entendió que la solución pasaba por una campaña de mecenazgo. El objetivo inicial, 153.000 euros, una cantidad que puede parecer demasiado elevada, pero necesaria ya que "100.000 son necesarios para utillaje industrial, por eso no podíamos partir de una cantidad inferior".

En dos meses, y a cinco días de concluir la campaña, ha superado los 47.000 euros y los casi 470 mecenas, una cifra con pocos precedentes en España mediante este sistema. Además, está en negociaciones con empresas de distribución. La Fábrica de Jabón tiene un precio de 99 euros, impuestos incluidos, y aquellos que decidan adquirirla sin participar en el mecenazgo deberán abonar 145 euros. "Si todo va según lo previsto podremos entregar los primeros electrodomésticos a los mecenas a principios de diciembre", vaticina Blanco.

Todavía se pueden realizar aportaciones siguiendo las indicaciones que se encuentran en la web fabricadejabon.es y de este modo apoyar a quien "diseña para la gente, para sacar un producto que favorezca un modo de vida más sostenible".

Todo, con un diseño coherente que "no pretende aplicar precios abusivos y que apuesta por la producción nacional", ya que se fabricará "en Granada y estamos en contacto con un centro especial de empleo de esa misma ciudad para colaborar con ellos y que hagan el montaje del producto". Como las recetas de la abuela, ninguna.