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Más comida para comer peor

Seis de cada diez gallegos sostienen que llevan una dieta menos sana que la de sus padres - Los especialistas en nutrición abogan por volver a la comida tradicional

Los gallegos descuidan su dieta

La comida nunca ha sido tan accesible y asequible como ahora, pero ¿nos alimentamos mejor que la generación de nuestros padres y abuelos? La respuesta es no, y no solo es la opinión de los especialistas. El 65 por ciento de los gallegos admite que sus padres seguían una dieta más sana. Así, el 46% de la polación gallega admite que come menos guisos y platos tradicionales que la generación de sus padres y el 52% afirma comer mucha carne. Asimismo, el 20% reconoce que no puede llevar una vida saludable por falta de tiempo y el 11% cree que comer en restaurantes les impide llevar un estilo de vida saludable. El dato positivo de esta encuesta, realizada por una compañía de nutrición, es que ocho de cada diez gallegos están concienciados de la importancia de comer sano.

"Comemos mucho peor que la generación de nuestros abuelos y la prueba de ello es que cada vez hay más personas con obesidad, un problema que es especialmente preocupante en los niños", opina la nutricionista viguesa Amil Viéitez.

De hecho, el 43,5% de la población gallega de 25 a 64 años tiene sobrepeso, es decir, cuatro de cada diez, mientras que la tasa de obesidad se sitúa en el 24,9%, lo que significa que uno de cada cuatro gallegos es obeso, según los últimos datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), divulgados recientemente por la Sociedad Española de Cardiología.

"La obesidad es una pandemia contra la que tenemos que luchar, aunque no es sencillo porque no se trata solo de educar a la población, sino en cambiar los hábitos", explica Rosaura Leis, profesora de Pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y coordinadora de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Complejo Universitario de Santiago de Compostela (CHUS).

Pero, ¿por qué comemos hoy peor que antes? "La globalización está haciendo que se esté perdiendo la dieta mediterránea, la atlántica en el caso de Galicia. Cada vez comemos menos cocina tradicional y más cocina precocinada", alerta la doctora Viéitez.

Aunque dos de cada diez gallegos alegan que no pueden llevar una dieta saludable por falta de tiempo, la nutricionista viguesa asegura que con planificación es posible. "Podemos dedicar parte del fin de semana a organizar y preparar las comidas de la semana. Prepararlas en la olla exprés nos ahorrará muchísimo tiempo, y si tenermos en la despensa frutas y verduras de temporada nos garantizaremos una dieta saludable. Hay que volver al plato de cuchara", insiste la nutricionista, quien añade que debería evitarse el consumo de cualquier plato de "calentar y listo", especialmente en el caso de los niños. "El problema es que es difícil cuando ahora parece que los cumpleaños tienen que celebrarse en la hamburguesería o en la pizzería, y cuando lo que hay en las máquinas expendedoras de comida son productos de bollería y repostería industrial, snacks salados y refrescos, ricos en sal, grasas saturadas y azúcares, pero estas máquinas también podrían tener productos saludables como fruta", argumenta Viéitez.

Según esta nutricionista, para revertir las cifras de obesidad, hay que concienciar a la población de la necesidad de adoptar hábitos saludables, algo que ha de iniciar desde la guardería.

Rosaura Leis | Profesora de Pediatría en la Universidad de Santiago de Compostela

"Un adulto obeso eleva el riesgo de tener un niño obeso y la cifra de obesidad infantil es alarmante"

La profesora Rosaura Leis asegura que para que Galicia gane la batalla a la obesidad hay que regresar a la dieta atlántica. Sin embargo, no basta solo con esto. La actividad física es otro factor clave. "Tenemos que incorporar la actividad física a nuestra vida diaria: dejar el ascensor y subir las escaleras, caminar en vez de coger el coche. Y a mayores, el ejercicio físico que hagamos. Sin embargo, hoy podríamos trabajar y vivir sin salir de la cama", afirma Leis, que añade otro factor: el sedentarismo, ligado al uso de la tecnología.

La coordinadora de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del CHUS de Santiago sostiene que hay que continuar con las campañas para fomentar los hábitos saludables para acabar con la obesidad. "Tener un adulto obeso aumenta el riesgo de tener un niño obeso y en estos momentos las cifras de obesidad infantil son alarmantes. Sin embargo, hay un dato esperanzador: parece que podríamos estar empezando a estabilizar el crecimiento de la obesidad", comenta.

Para mejorar nuestra alimentación, recomienda hacer cinco comidas al día, con dos principales: el desayuno -a base de cereales, algún lácteo y fruta- y la comida, en la que siempre tiene que haber un plato de verdura o legumbres. A media mañana y para la merienda, es aconsejable tomar fruta, mientras que la cena ha de ser ligera y fácil de digerir, y hacerla a una hora temprana -no después de las nueve de la noche-. "Un estudio de Harvard concluye que según las horas en las que comemos nuestro organismo regula de una forma u otra. No debemos cenar tarde y acostarnos tarde entre otras cosas, porque nos levantaremos sin hambre y una comida principal es el desayuno", afirma.

Es importante prestar atención al consumo de pescado -tres o cuatro veces a la semana- y cereales -preferiblemente integrales-, beber abundante agua y hacer actividad física.

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