El popular showman no quiere centrarse solo en la televisión; de vez en cuando, Wyoming se desprende de los tirantes para demostrar que está sobrado de tablas y sabe cantar, saltar y moverse a su antojo, con una energía que transmite al minuto al respetable.

Porque los conciertos de José Miguel Monzón no tienen otro fin que el de pasarlo bien acompañando los temas imperecederos del rock y del blues que forman parte del repertorio vital del presentador más corrosivo de la televisión. La faceta musical es la que más le llena y a la que lleva dedicado una importante parte de su trayectoria.

El GranWyoming y Los Insolventes GranWyoming y Los Insolventes(que son en realidad Última Experiencia cuando no acompañan al artista) se han convertido en un matrimonio estable que cada quince días se sube a una furgoneta para ofrecer conciertos en salas de todo el país.

-¿Cómo empieza su aventura musical con Los Insolventes?

-Los vi actuar en un bar y me gustó lo que hacían, que eran temas rock de los años setenta, con canciones propias; nos pusimos a hablar, subí a tocar con ellos un tema, nos hicimos amigos y desde entonces actuamos juntos, aunque ellos tienen su propio grupo, Última Experiencia.

-¿Qué ofrece en su repertorio con este trío?

-Hacemos una selección de la música que nos gusta; como llevamos ya tres años dando vueltas tenemos mucho catálogo y en función de cómo veamos la noche vamos tocando. Hacemos una fiesta de música, son versiones en directo en las que aparecen temas de grupos españoles como Siniestro Total o Rosendo y también de los orígenes con nombres desde Chuck Berry a Dylan o Frank Zappa; un poco de todo.

-¿Han pensado en pasar por el estudio y grabar temas propios?

-Alguna vez quizás lo haremos, pero de momento así estamos bien.

-¿Este matrimonio de tres años con Los Insolventes es una unión para durar?

-Por ahora sí, porque lo pasamos bien. Es una gira lúdico-musical, lo que prima tanto en el escenario como entre el público que va a vernos es la fiesta. Es un proceso de retroalimentación.

-¿La música es para usted una forma de terapia?

-Sí, total. No lo hago como terapia pero me sirve. Subirse a un escenario es un acto completamente liberador.

-¿Por qué ha decidido soltarse los tirantes e irse de gira musical?

-No es la primera vez que lo hago, lo he hecho periódicamente. Antes iba con El Reverendo [fallecido hace poco más de un mes] y esta misma idea la he llevado a la práctica con otros grupos otras veces. Con Última Experiencia, surgió. Me dijeron que se iban de gira, si quería tocar con ellos y fue rodando sobre la marcha, lo mismo que el repertorio. Esto funciona porque somos amigos, no es una cuestión meramente profesional, no estamos obligados a soportarnos, lo hacemos porque queremos.

-¿El personaje de la tele se parece en algo a usted?

-Físicamente es idéntico, y pasa tantas horas conmigo que al final él vive más que yo, pero fuera de eso yo soy más tranquilo, más tímido. El personaje es muy arrogante, un tipo pagado de sí mismo, yo no.