Una productora de series para la plataforma digital Netflix denunció ante la justicia de Nueva York al ex poderoso magnate de Hollywood, Harvey Weinstein, acusándolo de violación, abuso sexual y maltrato verbal durante cinco años.

Alexandra Canosa, que es productora asociada de la serie "Marco Polo", había presentado en diciembre una demanda inicial por diez millones de dólares y esta semana la modificó para detallar sus acusaciones contra Harvey Weinstein, de 66 años, y padre cinco hijos.

Según Canosa, Weinstein "la amenazaba constantemente" y "dejó en claro que si no sucumbía a sus demandas de contacto sexual o si exponía su conducta habría represalias, incluida humillación, pérdida de su trabajo y perdería toda oportunidad para trabajar en la industria del entretenimiento", según los documentos presentados el lunes.

Los maltratos incluyeron agresiones físicas y sexuales así como múltiples casos de violación entre 2010 y 2015, de acuerdo con la demanda actualizada esta semana. Los demandados, que implica también a la productora Weinstein Company, "sabían o debían haber sabido sobre la conducta de Harvey Weinstein, y no actuaron para corregir o restringir dicha actividad", alega Canosa.

"En cambio, los acusados facilitaron, ocultaron y respaldaron su conducta ilegal", acusó. En agosto de 2017 Canosa dijo que Weinstein la amenazó verbalmente si ella decía algo sobre este tema. Harvey Weinstein, quien fuera el productor de las películas más celebradas en la temporada de premios de Hollywood en las últimas décadas, y conocido por elevar al estatus de estrella a los actores de sus filmes, ha sido acusado por cargos similares por más de 100 mujeres desde que "The New York Times" y "The New Yorker" revelaron este escándalo en octubre del año pasado.

El diluvio de acusaciones terminó con la carrera Weinstein. En octubre, su propia productora lo despidió y enfrenta varios pleitos judiciales.

Weinstein niega cualquier acusación de sexo no consentido y sostiene que nunca hubo "ningún acto de represalia" contra las mujeres por negarse a sus avances sexuales.

La última en sumarse a larga lista de actrices que lo acusaron fue Ashley Judd, quien demandó el lunes al desacreditado productor asegurando que perjudicó su carrera después de que ella rechazara una propuesta sexual.

El recurso, introducido en una corte de Santa Mónica, ciudad vecina de Los Ángeles, sostiene que Weinstein "utilizó su poder en la industria del entretenimiento para dañar la reputación de Judd y limitar su capacidad de encontrar trabajo".

Mientras, el fondo de inversión Lantern Capital ha ganado la puja por hacerse con la compañía Weinstein, que se declaró en bancarrota tras el escándalo. Según recogen medios estadounidenses, la oferta de 310 millones de dólares hecha por el fondo con sede en Dallas (Texas) fue la mejor de las recibidas por el estudio.

Lantern Capital, además, se haría cargo de unos 115 millones de dólares de deudas de la compañía Weinstein, a cambio de quedarse con todos sus activos, que incluyen entre otras cosas un amplio catálogo de películas, varios títulos aún por estrenar y un importante negocio de producción de televisión.

La operación aún debe recibir el visto bueno del juez encargado del expediente de bancarrota de la empresa en el estado de Delaware y puede ser impugnada por los acreedores.

Un grupo de cinco mujeres que han acusado ante la Justicia al estudio de proteger los abusos de Weinstein ya ha expresado su oposición a esta venta, al considerar que dejaría a las víctimas sin posibilidad de acceder a compensaciones.

El grupo, según explicó en un comunicado, respalda una propuesta hecha por el productor Howard Kagan para hacerse cargo de la compañía y crear un fondo de al menos 25 millones de dólares para reparar a las víctimas.