Hace tres años que se separaron, los mismos que Sergio Álvarez Moya y Marta Ortega estuvieron juntos. Ahora, el jinete asturiano se sincera por primera vez sobre cómo fue el divorcio de la heredera del imperio Inditex. En una entrevista para "ABC", Álvarez Moya confiesa que cuando se divorciaron, "aún estaba enamorado de Marta". Pero la relación se complicó, sus vidas "chocaron", y decidieron que lo mejor sería seguir por caminos diferentes.

"Me casé muy joven, aunque habíamos vivido mucho tiempo juntos. Resulta muy difícil convivir con una persona con una carrera como la mía. Nunca puedo hacer planes" y "no lo paso bien si estoy separado de los caballos", reconoce. Él estaba volcado en su carrera como jinete, y ella en la suya en Inditex. "De la misma manera que no iba a pedirle que se sacrificara por mí, yo no podía dejar mi carrera". "Fue lo mejor para los dos", asegura. Además, agradece a la familia Ortega que le ayudara: "Y no me refiero en lo material", puntualiza.

En la entrevista también revela que en el proceso de divorcio ambos firmaron un convenio por si su relación futura no era buena. Fue "solo por precaución", asegura Álvarez. "A mí nadie me tiene que dar nada ni yo tampoco a nadie", apunta, para añadir que "cada uno tiene lo suyo". "Mi situación, dentro de lo que es una ruptura, es un sueño por lo bien que nos entendemos y cómo respetan mi vida", agrega.

La ruptura con la hija Amancio Ortega, fundador de Inditex le dejó tocado. Sergio Álvarez recuerda que le resultaba "difícil" verla, "lo pasaba mal", por lo que los caballos fueron su terapia para superarla, su "refugio". "No paré de competir", indica.

El jinete asegura que mantiene una "gran relación con Marta", a quien quiere "mucho", lo que le facilita poder ver a su hijo Amancio, de 5 años. A su ex la respeta: "Me encanta que sea feliz", afirma, y añade que "su felicidad repercute en la de mi hijo".