| El chef Jordi Cruz afirmó ayer que obtener la tercera estrella Michelin significa "trabajar en otra liga" que implica "clientes más exigentes" pero, a la vez, proveedores "más conscientes de la calidad" y "mejores herramientas" para asumir la "responsabilidad" que el reconocimiento conlleva. A su llegada al restaurante ABaC de Barcelona, con el que ha logrado obtener el triestrellado, Cruz recordó que el trabajo en la cocina "es en equipo", lo que implica "querer a los que trabajan contigo" para que estos, a su vez, "cocinen con cariño". "Pero esto no se hace sin una buena organización", añadió el cocinero, que ha dicho que en el restaurante mantiene un equilibrio entre el "buen rollo" y la actitud "estricta y metódica", una combinación que es "básica en partes iguales". Cruz, que fue el cocinero español más joven y el segundo del mundo en conseguir su primera estrella, logró la tercera con el restaurante ABaC en la capital catalana, siendo este el segundo en Cataluña con tal distinción de la Guía Michelin. El cocinero relató el "momento mágico" en que recibió la llamada del jefe de inspectores y tocó "el cielo de la cocina por un momento", aunque afirmó que se mantiene "muy tranquilo y con los pies en el suelo".