Por si tuvieran poco los británicos, en la diana del terrorismo yihadista un día sí y otro también -amén de incendios, gestionar el "Brexit", digerir los bandazos de sus políticos, etcétera-, hasta su monarquía parece que les falla. Y eso en Gran Bretaña son palabras mayores.

Los súbditos de Isabel II se desayunaron días atrás con unas declaraciones de Enrique de Inglaterra -hijo de Carlos y la añorada Lady Di- que no han sentado nada bien, porque vino a decir que nadie en la familia real, salvo su abuela que ya no puede dar marcha atrás, quiere ser rey o reina.

Así se despachó en "Newsweek" y dejó boquiabiertos a los británicos, tan orgullosos ellos de sus Windsor. "Estamos involucrados en la modernización de la monarquía británica. No hacemos esto por nosotros mismos, sino por el bien mayor de la gente. ¿Hay alguien de la familia real que quiera ser rey o reina? No lo creo, pero cumpliremos con nuestros deberes en el momento adecuado", contó el hijo y hermano de los futuros reyes. "No queremos diluir la magia? El público británico y el mundo entero necesita instituciones como esta", opinó.

"Queremos seguir con el ambiente positivo que ha conseguido la Reina (Isabel II) durante más de 60 años, pero no vamos a intentar ocupar su lugar", agregó.

Muerte de Diana

Durante la entrevista, habló además de la muerte de su madre, la recordada princesa Diana, y de los momentos especialmente difíciles que atravesó tras su fallecimiento, algo que ha empezado a hacer con relativa frecuencia en los últimos meses en diversos medios de comunicación del país.

El príncipe Harry recuerda el peso que supuso andar tras el féretro de sus madre cuando era un niño, bajo la mirada de miles de personas desconocidas en una escena que jamás esperaría vivir tan pequeño y que resultó traumática para él. "Creo que no se le debería pedir a ningún niño hacer eso, bajo ninguna circunstancia", sentenció.