Fue Rajoy quien lo convirtió en tendencia. El presidente es muy de plasma. Hombre, es práctico. Te permite declarar sin quitarte las zapatillas o con los pies puestos en remojo. Es también el modo en que JorgeJa se relaciona con los habitantes de la isla y ellos, con el mundo exterior. La gente tiende a pensar que la copla está reñida con la tecnología. Para nada. Isabel Pantoja, como Mariano, ya venía dominando la técnica. C helo García-Cortés contó que, cuando su antigua amiga estuvo en la cárcel, pidió una tele de esas. Para su reaparición se marcó un rajoy con la prensa. Como él, por las zapatillas o para esquivar preguntas resbaladizas. Y en su reencuentro al cabo de los años y las cosas con Julián el exalcalde también ha elegido el plasma. Es lo que tienen los tándems, que aunque pase el tiempo y estén rotos y más que rotos, siempre quedan cabos. Este cabo era una denuncia de la pareja cuando era pareja contra los buitres del corazón, esos a los que les mostraban los dientes. El exalcalde, pese a su mala salud, acude al juzgado. Es casi su hábitat natural. Pero ella no. Tiene lumbalgia. Declara por vídeo conferencia como los aforados. Julián se tiene que conformar -o lo que sea- con las revistas, los recuerdos o las pantallas. De plasma.
