Fiel a su carácter innovador, el modisto Francis Montesinos (Valencia, 1950) también ha volcado su talento artístico sobre una botella de vino. El diseñador, uno de los rostros habituales en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid, presentó esta semana en el marco del Famous Wine Festival de Avilés el espumoso valenciano Reymos, que ha vestido con un modelo inspirado en la medalla de oro al mérito de las Bellas Artes que recibió en 2006 de manos del rey Juan Carlos I.

-Además de sus propias colecciones, ha colaborado en el mundo del ballet, el cine, el teatro... El "fenómeno Montesinos" ha extendido sus redes más allá de la moda...

-Soy una marca y, afortunadamente, alrededor de ella, he creado licencias. Dentro de la casa tenemos unas once: hacemos gafas, trajes de comunión, de boda, sábanas, perfumes, maletas, material de oficina.. Esto se consigue a lo largo de los años. No soy un diseñador al uso.

-¿Alguna de las múltiples facetas en las que ha trabajado le atrae de forma especial?

-Es difícil elegir una de ellas; cada una es como un hijo. Todo lo que se puede aplicar dentro del diseño me va, aunque la moda es lo que me ha chiflado toda la vida.

-¿La moda tiene en España el reconocimiento que se merece?

-Bueno... Todavía le queda. España está de espaldas a la moda; se reconoce más el arte y la cultura.

-Siempre ha sido transgresor y provocador. ¿El que no arriesga no gana en la moda?

-Hay que arriesgar. Siempre he tenido poco miedo y eso se nota en mi trabajo, se ve que es un producto Montesinos.

-Dentro del sello Montesinos, cada colección es distinta. Y la última es especial para usted. ¿Qué tiene de singular?

-Soy valenciano y he tocado el Mediterráneo, las flores, la propia ciudad de Valencia..., pero sin embargo, nunca en los 40 años de profesión me he centrado en el mundo fallero. Esta próxima colección es un homenaje a los artistas falleros de toda la vida, aquellos que de verdad hicieron arte, como Regino Mas, entre otros muchos. Recuerdo salir a la calle en Fallas con mi madre e indicarme los detalles más pequeños que estaban muy cerca del arte.

-El color es otra característica de sus colecciones...

-Totalmente. Soy colorista número uno y no sólo dentro de la moda, en cualquier aspecto de la vida. Siempre me ha fascinado. El color habla por ti, por tu trabajo, por lo que haces.

-¿Más allá de las modas, las pautas que marcan la industria han cambiado en estos últimos años?

-Han cambiado totalmente. Afortunadamente, la moda nace y muere cada temporada, algo muy bonito para un artista, te da juego. Todo lo que sirve este año, el próximo deja de ser útil, principalmente porque lo has utilizado y pierde valor. El público de la moda es muy irreverente; hoy le gusta y mañana ya no.

-¿Con la proliferación de firmas, cree que la moda se ha popularizado?

-Ojalá se hubiera popularizado. Creo que no ha dejado de ser elitista; todavía le falta bajar a la arena.