El tenor Plácido Domingo asegura estar "totalmente restablecido", tras haber afrontado una reciente cirugía en Nueva York, y listo para iniciar sus compromisos de 2016 y dejar atrás un año "muy difícil" por la muerte de su hermana y sus problemas de salud. El cantante dirigió anoche la última función de Tosca de Puccini en el Metropolitan Opera, de cuyas primeras presentaciones estuvo ausente debido a una laparoscopia que le realizaron para extirparle la vesícula. Ahora se dirige a España para la presentación de Macbeth de Verdi en el Palacio de las Artes de Valencia, del 5 al 20 de diciembre.
"Estoy listo para seguir" con la agenda de trabajo para el próximo año, que incluye un concierto en enero en Miami (EEUU), "que me hace mucha ilusión" -señaló- porque hace tiempo no presenta allí, y regresará a Nueva York en abril para la representación de la ópera Simón Boccanegra de Verdi. También volverá a dirigir en el Metropolitan Opera y continuará con la dirección de la Ópera de Los Ángeles, dijo a Efe.
El cantante y director de 74 años fue ingresado en un hospital de Nueva York el pasado mes, tras sentir un fuerte dolor cuando se hallaba en medio de un ensayo con vestuario de "Tosca", y estuvo una semana hospitalizado. Dijo además estar agradecido con las muestras de cariño del público, que le enviaban mensajes a través de las redes sociales, mientras estuvo en el hospital. "Te da una satisfacción tan grande, una felicidad saber que tienes tanta gente que se preocupa por ti", afirmó el cantante, que pasará la Navidad en España y recibirá 2016 en México junto a su familia, entre ellos los hijos de su hermana, quien murió el pasado junio al perder su batalla contra el cáncer. "Ha sido un año muy duro, muy duro. Estoy esperando que se termine porque hemos tenido momentos muy difíciles, sobre todo lo de mi adorada hermana. Jamás pensé que se fuera antes que yo", señaló.
