El tradicional Toro de la Vega, protagonista de un agitado debate político y social, se celebró en Tordesillas (Valladolid) con serios y tensos enfrentamientos entre partidarios y detractores, y sin un vencedor, al ser declarado nulo por incumplirse el reglamento.

El toro "Rompesuelas" murió alanceado en un torneo en el que no hubo ningún corneado, si bien varios informadores fueron agredidos, a pesar de las fuertes medidas de seguridad. Una hora antes, alrededor de doscientos activistas y partidarios del Toro de la Vega intercambiaron insultos, proclamas y cánticos, con algún conato de altercado, y un reportero de Tele 5 sufrió una agresión al ser golpeado con un bastón el micrófono con el que trabajaba.

Dos helicópteros apoyaron por aire y grabado el escenario durante las horas previas al inicio de la carrera del toro, y la Guardia Civil llevó a cabo controles y registros, aleatorios y minuciosos, a quienes accedían al recorrido hasta la Vega del Duero.

Tras el incidente, el presidente del Patronato del Toro de la Vega, Gerardo Abril, se presentó ante los reporteros para tratar de justificarlo, al acusar a los periodistas allí desplazados de "manipular" y acudir al municipio "a molestar", así como de no estar interesados en conocer y contar en qué consiste el torneo, sus reglas y de¬sarrollo, sino en asistir el día de su celebración para avivar la polémica.

Más tarde, poco antes de la suelta del toro, en la zona de salida del puente medieval sobre el Duero, un centenar de animalistas se apiñó para obstaculizar el recorrido y clamó por la abolición del Toro de la Vega. Ante esa acción, los animalistas fueron rodeados por partidarios del festejo, quienes les increparon a gritos de "fuera, fuera" y con silbidos. Una treintena de caballistas, entre ellos dos lanceros, abrió paso entre los manifestantes, que proferían proclamas como "Tordesillas, vergüenza nacional" y "todos somos Rompesuelas". Los defensores del festejo intentaron echar del lugar a los detractores con empujones y puñetazos. A las once de la mañana, un agente de la Guardia Civil se personó delante de los activistas para informarles de la suelta del Toro de la Vega.

Cinco minutos después, "Rompesuelas" salió desde un cajón instalado en las inmediaciones de la plaza Mayor, mientras uno de los integrantes de la protesta permanecía encadenado por el cuello a una señal de tráfico en medio del recorrido. "Rompesuelas" se quedó a quinientos metros del lugar señalado por la organización para ganar la contienda con los laceros de a pie y a caballo que le hostigaron en medio de un aguacero. En ese lugar fue acometido por tres lanceros, entre ellos el que le asestó la lanzada mortal en un costado, pero que no computó por no atenerse al reglamento, que obliga a citar de frente, guardando el turno, con el toro emplazado y fijado en el torneante que le cita.

La presentadora de "La mañana de La 1", Mariló Montero, incendió las redes sociales al defender el festejo y afirmar que el animal "ha vivido muy bien" hasta ayer. Y añadió: "Los pollos, los peces o los cerdos también sufren cuando son sacrificados".