La pasión por contar historias la heredó de su abuelo, y los clubes de comedia le dieron las tablas, pero fue la pequeña pantalla la que llevó el nombre de Bill Cosby, quien hoy recibió el premio Mark Twain, a millones de hogares de todo el mundo.

En una ceremonia en el Kennedy Center de Washington, los humoristas Chris Rock y Jerry Seinfeld entregaron hoy a Cosby el galardón, el máximo honor con el que se reconoce a los comediantes de Estados Unidos y que han recibido también cómicos como Billy Cristal (2007), Steve Martin (2005) y Whoopi Goldberg (2001).

A sus 72 años, Cosby sigue llevando hasta cuatro espectáculos a la semana a los mismos clubes que llenaba a los veinte. Los paseos por el escenario han dejado paso a los monólogos desde un cómodo sillón, y el espacio que dedicaba a hablar de sus amigos de infancia lo llena ahora con chistes sobre sus nietos.

Sin embargo, el humor que ha recompensado el jurado del premio Mark Twain es el mismo que sorprendió a crítica y público en los 60, el que le convirtió en un referente indiscutible de la comedia 'stand-up'.

Nacido en una familia humilde de Filadelfia en 1937, Cosby creció sin el modelo de su padre, un marine que apenas estaba en casa, lo que convirtió a su madre en la primera espectadora de las parodias de lo cotidiano que más tarde se convertirían en la seña de identidad de Bill.

Pero la figura que más le marcó, la que inspiró en parte el afable progenitor que inmortalizó en "El show de Bill Cosby", fue la de su abuelo, Samuel Russell Cosby, quien le hacía escuchar sus interpretaciones de la Biblia y le enseñó que lo importante no es lo que se cuenta, sino "cómo se cuenta", admitió en una entrevista publicada hoy por el Washington Post.

La verdadera vocación de Cosby no apareció hasta su etapa universitaria, cuando trabajaba de camarero para pagar sus estudios y descubrió que los clientes le daban más propina si contaba chistes.

Si al principio iba "directo al golpe de humor", las enseñanzas de su abuelo le llevaron a imprimir ritmo a las historias, a crear un esquema conversacional basado en varios personajes con un solo intérprete, cuyas peripecias podían llenar tres minutos o dos horas.

Había encontrado su estilo, el que colgaría el cartel de completo en los clubes de todo el país, batiría récords de ventas de libros y discos y serviría de base a una de las comedias familiares más exitosas de la historia de la televisión.

El joven comediante encontró su trampolín televisivo en los 60 con "I Spy", la primera serie semanal dramática protagonizada por un negro, que le valió tres Emmys.

Las barreras raciales que Cosby rompió con ese papel le valieron muchos aplausos, pero el actor rehusó desde el principio hacer política con su carrera.

En 1984, cuando creó "El show de Bill Cosby", se negó a que fuera "otra serie de televisión sobre negros", y puso a su personaje al frente de la primera familia afroamericana acomodada que salió en televisión, la primera que, según la revista Time, "simplemente era negra, sin que eso significara nada más".

Este distanciamiento de las reivindicaciones raciales le ha valido a Cosby la reprobación de muchos de sus contemporáneos y le ha convertido en el centro de varias polémicas, como cuando afirmó, en 2004, que "demasiados padres de familia negros" no hacían lo suficiente respecto a la educación de sus hijos.

La preocupación por la educación de Cosby, diplomado en Educación Física por la universidad de Temple, le llevó a crear en 1997 la fundación "Ennis William Cosby", que lleva el nombre de su hijo, asesinado en Los Angeles ese mismo año.

El portador de algunos de los jerséis más estrambóticos de la historia de la televisión es también un entusiasta declarado del jazz y un apasionado intérprete de batería, y ha vendido miles de copias de sus dos libros, "Fatherhood" (1986) y "Time Flies" (1987).

Ganador de ocho premios Grammy, varios Emmy, un premio Spingarn y otros tantos premios People's Choice, Cosby también ha recibido el premio de honor del Kennedy Center en 1998 y la Medalla Presidencial de la Libertad, en julio de 2002.