"Imposible suele ser un término relativo", es la premisa con la que el autor recoge diversos estudios y avances científicos que demuestran que las espadas de luz, las naves estelares o los campos de fuerza serán tecnologías potencialmente disponibles en el futuro.

"Física de lo imposible" (publicada en España por Editorial Debate) combina conceptos científicos complejos como la Teoría de Cuerdas o la Teoría del Todo con inventos de los mundos imaginarios de películas como "Star Trek", "La Guerra de las Galaxias" y "Harry Potter".

En el libro se clasifican las tecnologías imposibles en tres categorías, según cuándo se podrían alcanzar: el próximo siglo, (contactos con extraterrestres, objetos invisibles o el teletransporte), el próximo milenio (el descubrimiento de universos paralelos, viajar más rápido que la luz y las máquinas del tiempo), o quizás nunca como la precognición.

Además, explica cómo las investigaciones en resonancias magnéticas, ordenadores, superconductores y la nanotecnología podrían hacer posible el desarrollo de la telepatía y la telequinesis.

Respecto al futuro de la invisibilidad, el autor considera que "si pudiéramos controlar el índice de refracción dentro de un metamaterial (que tiene propiedades ópticas que no se encuentran en la naturaleza) de modo que la luz rodeara a un objeto, entonces el objeto se haría invisible".

"Científicos e ingenieros son optimistas en que algún tipo de manto de invisibilidad pueda construirse en las próximas décadas" apunta Kaku.

En cuanto a los vehículos flotantes, similares a los del film "Regreso al futuro", el físico afirma que en Reino Unido, Alemania, Japón, China y Corea existen o se están construyendo trenes avanzados de levitación magnética, que flotan sobre un cojín de aire, utilizando imanes ordinarios en las vías.

Sobre los campos de fuerza (muros invisibles prácticamente impenetrables) también señala que si se combinan materiales e inventos como una ventana de plasma, una cortina láser y una pantalla de nanotubos de carbono, en unas décadas se podrían crear ciudades subterráneas protegidas por campos de fuerza.

Por último, Kaku confía en que el contacto con extraterrestres "es posible en este siglo dado los avances en los descubrimientos de planetas extrasolares".