Así lo ha explicado hoy a los medios el investigador de la Universidad de Stanford y descubridor de la base genética de la narcolepsia, Emmanuel Mignot, quien ha señalado que los afectados por este trastorno dispondrán próximamente de nuevos fármacos que regularán la histamina, un compuesto orgánico cuyo efecto es bloqueado por los denominados "antihistamínicos".

Mignot, que participa estos días en la XVII Reunión Anual de la Sociedad Española del Sueño, celebrada en Palma con la asistencia de unos 200 especialistas, ha señalado que la histamina -un compuesto orgánico que participa en la respuesta inmunitaria- podría estar implicada en la aparición de la narcolepsia.

Asimismo, el especialista ha destacado la "alta eficacia" que podría tener este tratamiento, así como los actuales, basados en la regulación de la neuronas hipocretinas, ya que permiten a los enfermos dormir y hacer una vida normal.

No en vano, el investigador ha subrayado la necesidad de avanzar en el diagnóstico de esta enfermedad, que ha dicho, en ocasiones no es detectada porque se confunde con otros trastornos de sueño u otros índole nerviosa, como la depresión.

Según los expertos, la edad en la que se realiza el diagnóstico tiene un retraso promedio de más de diez años con respecto al inicio de la enfermedad.

Mignot ha indicado además que el diagnóstico de la narcolepsia no es sencillo, dado que es una enfermedad en la que participan tanto el componente genético, como los factores ambientales.

En este sentido, Mignot ha señalado que aunque la prevalencia a la enfermedad es baja, por ejemplo, entre personas judías, él ha tratado durante su carrera profesional a numerosos casos de afectados en Stanford, lo que debe puede deberse a "factores del entorno".

En España, se estima que unas 30.000 personas padecen narcolepsia, un trastorno cuyos síntomas son el exceso de somnolencia diurna y la pérdida repentina del tono muscular o cataplexia, y que es más frecuente en hombres.

Algunos estudios sobre el impacto de la enfermedad en la calidad de vida del paciente concluyen que el 30 por ciento de los pacientes de narcolepsia sufren accidentes laborales, y otro 30 por ciento pierde su puesto de trabajo.