En 2007, los ciudadanos de la ciudad-estado reciclaron el 54 por ciento de su basura, un 40 por ciento más que hace siete años, según la Agencia Nacional de Medio Ambiente (NEA, siglas en inglés).

Sin embargo, muchas personas todavía colocan residuos no reutilizables en los contenedores.

Por ello, las autoridades singapuresas han decidido financiar una campaña para que artistas jóvenes decoren los cubos de basura y coloquen por todo el territorio carteles pidiendo a la población una mayor concienciación en este sentido.

Además, el próximo sábado se celebrará un concierto gratuito para apoyar la iniciativa "Singapur Verde en 2012".

La pequeña ciudad-estado, de apenas 4,5 millones de habitantes, se distingue por sus impolutos rascacielos, grandes almacenes, cuidados jardines, y una limpieza casi obsesiva que le dan una imagen de modernidad totalmente distinta al caos y la suciedad de otras grandes ciudades de Asia.

Singapur destaca también por la dureza de sus multas para mantener este estatus y por el civismo de sus ciudadanos, que han dado al país el apelativo de la "Suiza del Sudeste Asiático".