El protagonista de "Centauros del desierto" se obsesiona con rescatar a su sobrina de los indios. En "Mi hija, mi hermana", con la que tanto se la compara (su título original es "Los cowboys"), es un padre el dispuesto a lo que sea para recuperar a una hija que huyó tras radicalizarse por amor.
A pesar de que el progenitor -al que releva su hijo en una segunda parte que parece otra película- no fue agente especial como Liam Neeson y no hay pomposas escenas de acción, sí aparecen ciertos tics del thriller. Pero la película va más allá de ese género, y de otros, en su estética y su contenido. El resultado es que el estreno como director del guionista de Jacques Audiard es potente y ofrece una versión sintética del choque de civilizaciones, cronología incluida para despistados, enfocada en sus protagonistas, las personas.