Saber que tu muerte es inminente te hace darte cuenta de lo maravilloso que es estar vivo". Lo dice Wilko Johnson (Canvey Island, Inglaterra, 1947) en el documental de Julien Temple sobre los que iban a ser últimos meses de vida. Felizmente, el que fuera guitarrista de Dr. Feelgood hasta 1977 superó su cáncer de páncreas y, tras grabar un álbum con Roger Daltrey, cantante de The Who, está vivo para cantarlo. Johnson actúa mañana en el hall del Auditorio Mar de Vigo, en un concierto que abrirá, a las 21.00 horas, el grupo vigués de blues y rock The Shoubinhas Experience.
"Going back home", "Volviendo a casa", se titula el estupendo álbum que Johnson y Daltrey publicaron en 2014 con las canciones del primero. Antes de la grabación del disco, hace ahora tres años, a Johnson le diagnosticaron un cáncer de páncreas, uno de los más peligrosos. El cantante y guitarrista rechazó la quimioterapia, un duro tratamiento que probablemente solo hubiese prolongado su vida unos meses, y se lanzó a una "gira de despedida" con Roger Daltrey. "Nunca creí que vería publicado el álbum, mi tiempo se agotaba y pensaba que aquella grabación sería mi último trabajo antes de morir", confesó a la BBC.
El pasado año, el destino dio un giro inesperado cuando se descubrió que padecía una forma menos agresiva de cáncer. En una operación de 11 horas le extirparon un tumor de tres kilos y buena parte de su aparato digestivo. Quedó libre de la enfermedad.
Como el título de su último disco, su presencia en Vigo supone una "vuelta a casa", ya que Wilko Johnson actuó en Vigo a finales de los 80 y posteriormente en Cangas y otros lugares de Galicia. Julián Hernández, líder de Siniestro Total y fan suyo, lo ha visto en varias ocasiones. La influencia de Johnson en Siniestro -que versionó la canción "Roxette" en en 1988, como cara B del maxisingle "Alégrame el día"- es palpable y reconocida. Su legado es influyente. Paul Weller, el que fuera líder de The Jam, dice escuchar a Wilko Johnson "en un montón de sitios", y su sonido se considera una de las bases del punk británico.
Johnson, que se ha hecho también célebre por su papel del verdugo Ilyn Payne en la serie "Juego de tronos", tocará en Vigo secundado por Dylan Howe (batería de jazz y de The Blockheads, e hijo del guitarrista de Yes, Steve Howe) y Norman Watt-Roy (exbajista de Ian Dury and the Blockheads).
Las referencias que llegan de su concierto en Barcelona, el pasado miércoles, son inmejorables. Johnson, célebre por sus movimientos espasmódicos sobre el escenario, mantuvo en pie al público del Teatro Apolo durante todo el show.
A diferencia de los demás conciertos de su gira, Wilko Johnson tendrá teloneros en Vigo, los locales The Shoubinhas Experience, producidos por el ingeniero de sonido Philip Newell, con una formación renovada y contundente.
Promete ser la fiesta de un rockero inmortal, un tipo que parece haber hecho tratos con el Diablo como otro famoso Johnson, el mito del blues Robert Johnson. Como dice Julián Hernández, "es alucinante que un zurdo llegue a tocar la guitarra como un diestro gracias a algún pacto con el Maligno y luego se libre del cáncer. ¡Eso ya es de nota!".
Cruces de caminos
- La primera vez que vi a Wilko en directo fue en la sala La Kama (era con K, ¿no?) de Vigo. Ya habíamos visto antes, en la Universal de Madrid, a Dr. Feelgood con Gordon Russell a la guitarra (¡el cuarto que ocupó el puesto!), pero llevábamos siglos escuchando (casi) todos los discos del grupo. De hecho, "Stupidity", disco en directo de 1976, cambió el mundo y nos cambió a nosotros.Pero Wilko siempre fue Wilko. En La Kama me firmó todos los vinilos de Dr. Feelgood en los que aparece él, cuatro en total. A partir de ahí, procuré aparecer con sus discos y tengo varios también firmados. ¡Como una fan adolescente histérica, vaya! Recuerdo especialmente perseguirle por la calle Real después de un concierto en el Amordiscos con su disco "Don't Let Your Daddy Know" en una mano y un rotulador en la otra...Y un buen día, en un programa de TVG, coincidimos Siniestro Total con él y su banda. Todo muy extraño, porque aquello era play-back (¡¿?!). Tuvo que ser en 1990: me firmó la chupa naranja de barrendero que llevábamos cuando salió nuestro disco "En Beneficio De Todos" ese año. La firma se borró al poco tiempo, pero conservo todos los vinilos y CD's firmados como oro en paño. Coincidir con él en un restaurante de Calatayud, en plena gira y viajando en direcciones contrarias, ya fue la repera.Ah, y no pude evitar ir a verle en Londres y en Aberdeen (Escocia) cuando me cuadró allí. ¡Y mira que me caían broncas por empeñarme en ver las mismas canciones una y otra vez habiendo otros bolos maravillosos alrededor...!
