Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los suplementos de FARO

EL SÁBADOContra el olvido de Lustres Rivas

En el 80 aniversario del asesinato del gran escritor y periodista

Anuncio del estreno de su comedia "La hora grande". // FdV

Manuel Lustres Rivas (Ribeira, 1888-Redondela, 1936), de quien el próximo día 10 se cumplen 80 años de su asesinato, sin juicio y en la impunidad de la madrugada, junto al lugar de A Concheira, fue un gran periodista. De hecho fue el profesional vigués de referencia desde que se instaló de forma definitiva en la ciudad.

Un colega de la talla de Alejandro Barreiro, director de "La Voz de Galicia", escribía de él en 1929: "Me sumo encantado con mis compañeros de redacción a cuanto en su obsequio se haga, porque es justo, porque enaltece usted a la clase periodística". Prueba de su prestigio profesional es haber sido elegido, en 1927, presidente de la Asociación Profesional de Periodistas y, en 1936, de la Asociación de la Prensa. Desde este cargo sacó a los kioscos, por primera vez, la "Hoja del Lunes", órgano de la profesión, para dar trabajo a los periodistas en paro.

Pero además de ser un líder y gran defensor de la profesión, fue un excelente escritor y uno de los mejores articulistas que ha habido en Galicia en una época literariamente granada. Y prolífico, ya que dejó obra en numerosas publicaciones desde la juvenil "Galicia Moza", que duró dos números, y la revista "Vida Gallega", de Emilio Solá, en la que colaboró desde el comienzo, en 1909, y a la que atrajo a su amigo Castelao.

Como periodista profesional, después de la primera etapa en Faro, trabajó en los "Heraldos" de Vigo y Ourense, del que fue director, en "La Concordia" y en "Galicia", del que será primer redactor jefe. Era el profesional con más experiencia, cuando empezó a dirigirlo Paz Andrade, que era un novato como periodista de Redacción.

En Madrid fue redactor jefe de "El Parlamentario", y colaboró ampliamente con "La Voz de Madrid". En Buenos Aires fue un breve tiempo director de la revista "Céltiga" y escribió frecuentemente para "La Razón".Desde Vigo también ejerció la corresponsalía de la "United Press" para el Sur de Galicia. Aparte de estas cabeceras, Manuel Lustres escribió para otros muchos medios como colaborador circunstancial o más frecuente.

Escritor en lengua castellana, también hizo incursiones en la vernácula en la que publicó, en el periódico "A Nosa Terra", el artículo "Touros e foros", en diciembre de 1921. Un texto que alcanzó enorme repercusión.

Emprendió campañas épicas de alcance vigués, a favor de la feria internacional de la pesca; gallego, como la que sostuvo por el ferrocarril Zamora-Ourense, en 1932, y en ese mismo año, la nacional y profesional, en pro de la concesión de la jubilación a los periodistas, cuando no existía la Seguridad Social.

Fue un año cuajado porque también consiguió ex aequo con Apolinar Torres, Rodríguez Elías y Laureano Cao-Cordido, el premio Otero Bárcena de artículos periodísticos. Les fue entregado en la fiesta de la prensa viguesa.

El escritor. En formato de libro publicó "Pandamonium", en el que recopila artículos, ensayos, poesías y relatos cortos. Lo publicó en la imprenta de "Galicia Nueva", el periódico vilagarciano, en 1917.

Su interés por el mundo teatral, que divulga en artículos periodísticos, queda reflejado en dos obras conjuntas: "Peregrina ilusión", escrita con su amigo Ramón Fernández Mato, primer director de "El Pueblo Gallego" y "La hora grande", en colaboración con el periodista Ramiro Fernández del Valle. Llama la atención que para estrenar en la escena se haya apoyado en otros dos jóvenes autores -Fernandez Mato será un destacado dramaturgo-, lo que demuestra su gran capacidad para trabajar en equipo.

También fue un celebrado poeta, varios de cuyas composiciones quedan recogidas en las páginas de Faro. En especial, en su primera etapa, aunque el último ejemplo es el poema "Septiembre", publicado en el número especial de primero de año de 1926. Poemas suyos fueron leídos en 1910, en Redondela, en un festival a favor de familiares de náufragos y, en 1913, en la "Fiesta del Madrigal", en Ourense, en la que el personaje invitado fue la gran escritora Sofía Casanova.

Como literato, su aportación más conocida es de autor de relatos. El 11 de agosto de 1926 obtiene un accesit en el el prestigioso "Premio Nogales", del periódico "El Liberal", de cuyo jurado formaba parte Menéndez Pidal. Dotado con la considerable cantidad de 5.000 pesetas, se presentaron 602 originales. Su relato se titula "Griselda la Rubia" (Historia de una mujer), de ambiente gallego.

Articulista en FARO. El propio Lustres despeja la incógnita del medio dónde escribió su primer trabajo periodístico. Fue en "Galicia Nueva" el periódico vilagarciano, que nació en marzo de 1907. Lo cuenta en un artículo que publica en este diario en 1926, titulado "Salud lectores". Pero debió escribir con anterioridad otros trabajos, tal vez no impresos, ya que sus bodas de plata con el periodismo se celebraron en 1929.

Donde realmente se encuentra una obra continuada de Lustres es en Faro de Vigo, en el que trabajó como redactor de plantilla casi quince años, en dos periodos. En la hemeroteca perduran centenares de artículos, entrevistas, reportajes y toda la sinfonía de géneros periodísticos con su firma.

Llegó joven, a los 21 años, cuando la redacción estaba en la calle del Príncipe, número 21. Pero cuando regresa, en la segunda etapa, en abril de 1925, ya ocupa una mesa en la Redacción de la Casa del Faro, en la calle Colón, donde seguía el mismo director, el mítico Eladio de Lema, senador del Reino y con casi cincuenta años en el cargo. Entre los compañeros estaban Blas Agra -futuro director-, Avelino Rodríguez Elías y Cao-Cordido.

Lustres Rivas fue, en ambas etapas, uno de los articulistas relevantes. La primera, juvenil, fue más literaria. La segunda más comprometida y de mayor calado. Sus opiniones merecen siempre atención.

Es un escritor elegante, riguroso y culto, que no descarta la polémica cuando se tercia. Siempre existe un toque de modernidad en sus escritos y el trasfondo social. Nunca escribió de política, salvo incidentalmente. Incluso en un tiempo como la República en que la cosa pública copaba las portadas.

Periodista total, también escribe de Deportes, algo inusual en columnistas como él. En junio del 26, en un artículo ubicado bajo la crónica de Handicap, habla de "Nosotros, la raza; ellos, la insignia del Club", a propósito de la semifinal que jugará el Celta con el Athletic madrileño, en San Mamés. Describe en tono épico: "Nuestros once hombres van a salir hacia Bilbao a enfrentarse con los del Athletic madrileño..." Y da la alineación del Celta: Lilo, Pasarín, Cabezo, Queralt, Balbino, Hermida, Reigosa, Chicha, Rogelio, Polo y Pinilla, "son gallegos, netamente gallegos. Por Galicia van a luchar".

Lustres trata de temas culturales o de interés ciudadano, relacionados con Vigo y Galicia.

Un ejemplo de su espíritu libre es la dura crítica al jefe de los municipales, en un artículo publicado en portada, recién vuelto de América, que titula: "Se ejercita la caza del niño". Denuncia que el jefe de la Policía Urbana viguesa, en plena calle de Policarpo Sanz, maltrató a un muchacho de doce años, que se hallaba en la acera del Nuevo Café.

Intimo amigo de Castelao desde la adolescencia, celebra la salida del libro "Cousas" del rianxeiro con un artículo en la portada de Faro. Escribe: "Castelao, sin presumir de filósofo, que es como en realidad se crea la filosofía tangible para todos y asumible por todos, explica en sus Cousas un curso completo de psicología gallega". Lustres era, como su amigo y vecino Castelao, muy humilde. A diferencia de lo que se llevaba por aquel tiempo, en que los notables gustaban de pronunciar barrocos discursos, él si podía los rehuía. No le gustaba hablar en los homenajes. Ni en el suyo propio.

Atento a los signos de los tiempos -"inquietudes del momento", antetitula sus artículos-, no es ajeno a lo cuestión femenina. Aborda "la emancipación de la mujer". Escribe: "Hay cada vez más mujeres que trabajan. Pero aún le falta un gran camino que recorrer a Fémina para conseguir la independencia económica a que tiene perfecto derecho".

El Vigo de Lustres. Captó e interpretó como pocos la realidad de Vigo. Una muestra es el artículo sobre "La silueta de Vigo Civitas" de diciembre de 1925: "La población de Vigo es de aluvión, y por aluviones sucesivos, más que por desarrollo natural, ha de ir acrecentando... Y para convertirla en "civitas" ha de acusarse una exaltación viguista... el buen vigués debe sentir en todo momento el orgullo de su pueblo, basado en la consciencia de saberlo la metrópoli atlántica del porvenir, la puerta de Europa para el tráfico con la potente y joven América... "

Sus opiniones sobre la cultura viguesa marcaban tendencias del pensamiento. Por ejemplo, el luminoso artículo del 17 de enero del 31, en el que aborda las "Inquietudes de la ciudad de Vigo en su aspecto artístico", a propósito de las abundantes exposiciones plásticas que se han celebrado en los últimos tiempos. Lo que contrasta con lo que ocurría décadas atrás, en que eran casi inexistentes. Resalta a "Vigo en su aspecto de ciudad preferida por los artistas para exponer sus obras".

No significa que aplauda los localismos, al contrario. No era el caso de Vigo, urbe cosmopolita y gallega. Otras ciudades, como A Coruña, sí. "Somos gallegos y no nos entendemos", se lamenta en el titular en 1932: "Nuestro individualismo, nuestro localismo, supera todas las posibilidades. Va más allá de lo imaginable. Es imposible, absolutamente imposible, establecer una inteligencia entre gallegos... Ahora mismo, con motivo de la actividad que se ha despertado para preparar a Galicia en el afán de obtener el Estatuto que le otorgue su autonomía, se hace surgir en La Coruña la cuestión de la capitalidad regional. Y aparece la cuestión en un tono áspero, bronco, casi agresivo..."

El mar permanentemente. Hijo y hermano de marino, nacido en un pueblo marinero como Ribeira, el mar era su gran pasión. Tenía imán, y cuanto ocurría -naufragios, problemas sociales, hazañas-, ejercía sobre él un fuerte atractivo.

Sus artículos sobre el naufragio del "Santa Isabel", el 2 de enero de 1921, en los acantilados de Sálvora, que arrebataron la vida a más de doscientos pasajeros, fueron los más palpitantes que se publicaron. Había ocurrido en su mar natal, en su territorio náutico.

El mar está hasta en la polémica semántica sobre la forma de posarse en las aguas un hidroavión, a propósito del viaje del Plus Ultra a Buenos Aires. Lustres polemizó sobre los vocablos a utilizar. En su opinión es acuarizar y no amarar (10-2-26). "Amarar no puede ser", replica Lustres a Fr. José R. Orjales, su opositor dialéctico.

Por eso, en las dos etapas, publicó una sección bajo el epígrafe de "mar adentro", en la que desempolva sus conocimientos marineros y hace literatura.

Donde mezcla su categoría de periodista y escritor es en el serial sobre la Galicia litoral - "Perspectivas de la Galicia marinera"-, que puede considerarse la primera guía turística moderna de las Rías Baixas. Su publicación se anuncia el el 7 de julio de1935, como un serial de reportajes. "Por las rías mansas y la costa brava, tras el regreso de Pacheco de su excursión, en busca de nuevas facetas de paisaje, reliquias históricas, monumentos de arte y aspectos del vivir industrial moderno de nuestras tierras". Los análisis de los pueblos por donde pasa, además de la descripción paisajística y del patrimonio cultural, se complementan con la sociología del lugar, desde el Barbanza hasta Vigo.

Comienza el trayecto en Ribeira, su pueblo, "de recio presente y magnífico porvenir", el 10 de julio de 1935. Y tras recorrer todas las comarcas de la costa finaliza, el 9 de noviembre, en Vigo, ciudad muy gallega y muy cosmopolita, "que no mira hacia atrás, porque tiene prisa en ir hacia adelante". Este capítulo es la mejor descripción que se haya hecho de Vigo

Por el título del serial, referido a Galicia, es posible que pensase ampliar el recorrido por toda la costa gallega, pero no se lo permitió el golpe militar y su asesinato. Al llegar a Redondela, se fija en el archipiélago de San Simón, donde nunca imaginó que pasaría los últimos y dramáticos días de su vida. Lo describe así: "Las islas de San Simón, graciosas y floridas, ponen un encanto brujo en el lago maravilloso que es la ría".

Tras este serial, la firma de Lustres sólo aparecerá dos veces en Faro: el 2 de noviembre del 35, con el artículo "El verdadero concepto de paz", y el 20 de diciembre, con una recensión del libro de Rodríguez Elías "La escuadra de la plata".

Tras su asesinato, y hasta la muerte de Franco, en 1975, su nombre desaparece de Faro. Sólo incidentalmente, el 23 de agosto de 1953, Lustres es citado en un texto publicitario sin firma, "Loa a la dulce Arosa", como uno de los literatos que convivieron con el poeta Lisardo Barreiro. Sin duda la cita pasó inadvertida al censor del día.

Compartir el artículo

stats