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¿Saben cuántos caballos mueren cada año en fiestas populares?

Evidentemente, tener un gato o cualquier otro animal, no es gratis. Conlleva una serie de gastos que, en general, suelen ser, asumibles pero que suponen un coste importante. Los más básicos son la alimentación específica y adecuada según sus necesidades; las revisiones, vacunaciones y desparasitaciones regulares en el veterinario, y los referidos a la higiene y al arenero del animal. Esos serían los esenciales. A éstos habría que sumar algunos accesorios tan necesarios como la cama, un rascador y algún juguete para que se entretenga. Hasta ahí, echando cuentas, todo puede salir anualmente entre 300 y 400 euros -algo más si sumamos la esterilización del animal, pero ese gasto sería sólo una vez en su vida-. Si lo dividiéramos por meses serían unos 30 euros al mes. Evidentemente, todo eso, siempre y cuando, no haya accidentes o surja alguna enfermedad. De todas formas, como los precios pueden ser muy variables, te recomendamos que elijas una clínica veterinaria de confianza y que te acerques a la misma para que te informen adecuadamente. Ellos podrán aclararte cualquier duda al respecto.

Los camellos viven en pequeños grupos de media docena de miembros. Los lazos de amistad son tan fuertes entre ellos que siempre permanecen muy juntos. Eso, además de servirles para protegerse ante posibles ataques, les permite huir ante el menor peligro.

Cuando escucho ladrar a mis compañeros abandonados no puedo dejar de contestarles. Ellos me hablan de sus recuerdos y yo les de los míos. En realidad es nuestra forma de engañar a la soledad ¿Quieres conocernos? info@apadan.org.

A los gatos nos asustan los gritos, preferimos siempre los susurros. Tampoco somos de apretones ni abrazos, nos gustan más los roces y las caricias. Somos animales tranquilos y sencillos que, para ser felices, sólo necesitamos una familia que nos quiera. info@apadan.org.

Biofilia, la asignatura pendiente en las relaciones de las personas con la naturaleza. Muchas son las fórmulas que podemos estudiar para reducir lacras como el abandono y maltrato animal. Un método interesante es, sin duda, la formación y la cultura en bienestar animal a través de ayuntamientos y colegios. En el caso de los ayuntamientos, una educación óptima se podría lograr a través de charlas municipales gratuitas, cursos sobre legislación e información veterinaria con consejos sobre una tenencia responsable. Por otro lado, la asistencia a éstos se podría acreditar con un carnet con Código QR que permitiera un acceso directo al ayuntamiento, al censo, a información sobre clínicas, etc, así como ventajas y descuentos para los poseedores del mismo. En el caso de los colegios, la formación podría estar basada en modelos educativos como los propuestos por la Asociacion Animalista Libera y la Fundación Franz Weber. Y es que cualquier herramienta es poca para motivar los valores éticos. Por eso, la Asociación Parlamentaria de Defensa de los Animales, APDDA, ha presentado una Proposición no de Ley (PNL) donde se insta al gobierno a establecer la asignatura de "Empatía Animal", que hará sin duda de nuestros menores unos adultos responsables.

La reciente muerte de un canguro en un zoo de china apedreado, demuestra hasta qué punto puede llegar la crueldad humana. Los visitantes le arrojaban piedras para que el animal huyera y poder verlo, así, en movimiento.

Han sido encontradas en una vivienda de Madagascar más 10.000 tortugas protegidas. El destino de todas ellas era el tráfico ilegal de especies. Los responsables han sido detenidos y los animales podrán ser devueltos a la vida en libertad.

La escapada de un buey. La reciente aparición de un buey caminando por las calles de un municipio en Álava, vuelve a recordarnos una realidad que, a menudo, resulta dramática para los animales. Se trata de la escasa responsabilidad de algunos de los propietarios de éstos. Habitualmente se trata de caballos y ovejas que, por errores y descuidos, huyen y se plantan en carreteras y autovías con el peligro que ello supone. En este caso, fue un buey el que se escapó del camión en el que viajaba porque estaba mal cerrado. El animal durante una hora se paseó por el municipio alavés de Lloido pero, desgraciadamente, nadie fue capaz de cogerlo. Finalmente, fue abatido a tiros por la ertzaintza. Descanse en paz el pobre animal.

Estoy un poco agobiada. Me van a regalar un pequeño gatito y, por un lado, estoy muy ilusionada pero, por otro, me da miedo no poder afrontar todos los gastos que ello pueda suponer. El problema es que siempre voy muy justa de dinero ¿Podríais orientarme sobre cuál es el coste total de tener un gato?

S ólo en España se calcula que, cada año, más de un centenar de animales fallecen en este tipo de eventos pero, el número podría ser mayor. Se trata, principalmente, de mulos, burros y caballos que, para que alguien se divierta montado sobre su lomo o subido en la carroza que arrastran, entregan literalmente su vida.

La reciente noticia de la muerte de un caballo en la feria de abril, de nuevo nos plantea la cruel realidad que se esconde bajo los farolillos y las luces de algunos festejos de España. El responsable del animal se enfrentará ahora a un delito de maltrato pero, no es la primera vez que ocurre algo así. En ediciones anteriores ya ha habido casos similares de otros caballos que han fallecido o necesitado asistencia.

La misma historia se repite en otros lugares España. Allá donde hay una fiesta, un desfile, una cabalgata -como la de reyes en Tarrasa las pasadas navidades- o una romería en la que participan animales, siempre hay que lamentar desgracias de este tipo.

La palma, sin duda, se la lleva la romería del Rocío que, en tan sólo unos días, comenzará de nuevo. El año pasado, más de 200 caballos necesitaron asistencia veterinaria durante la misma. Para que se hagan una idea, se calcula que, anualmente, una media de 15 animales fallecen en el Rocío sin que se pueda hacer nada por ellos. No es una exageración. El asunto allí es de tal gravedad que, sólo en el 2017, el Seprona imputó a 8 personas un delito de maltrato.

Lo más sorprendente, quizás, es que, en la mayoría de los casos, se trata de caballos alquilados. Si ya de por sí resulta chocante que, en pleno siglo XXI, se siga alquilando a seres vivos, más aún lo es que se permita a alguien que, desconoce a un animal, manejarlo a su antojo durante varios días. Así luego pasa lo que pasa.

En fin, duele sólo imaginarse el sufrimiento que pudieron pasar todos esos animales. Sé que se trata de tradiciones antiquísimas ancladas en profundas creencias pero, por favor, piénsenlo, hay que avanzar perpetuando lo positivo y enterrando lo negativo. En pleno siglo XXI, la participación de todos esos animales en fiestas populares es algo caduco sin sitio en una sociedad moderna y avanzada. El respeto a la vida y al "no sufrimiento" no es una opción, es una obligación; se trata de un principio básico e inalienable que, nada ni nadie, puede saltarse.

Los animales son pura esencia ya que no tienen corazas. Los seres humanos a medida que vamos creciendo, como consecuencia de nuestras experiencias, traumas y la presión social, vamos formando una personalidad adaptada a las circunstancias externas que a veces supone un problema porque no se corresponde con lo que realmente queremos ser.

Las personas somos permeables a las expectativas que los demás tienen sobre nosotros. Este fenómeno en psicología se llama Deseabilidad Social y se refiere a que condicionamos nuestro comportamiento y actitudes a lo que creemos que los demás esperan de nosotros. Por lo tanto, moldeamos nuestra forma de ser en función de lo que queremos mostrar a los demás para agradarlos. De esta manera vamos construyendo un caparazón formado por múltiples capas que no es sano. Este hecho supone muchos problemas para el ser humano, sin embargo los animales no se encuentran con esta dificultad. Ellos se muestran tal y como son sin miedo a los juicios externos, ya que ellos no los emiten tampoco hacia los demás. Por ejemplo cuando una persona acude a terapia, para poder ayudarle a sanar, es necesario ir tomando conciencia de dichas capas y liberarse de ellas para recuperar su verdadera esencia.

Los animales representan por tanto el ser más puro que nos podemos encontrar. Ellos no intentarán engañarnos ni manipularnos para gustarnos más. Ellos son tal y como los ves, ya que no tienen prejuicios ni les importa nada más que lo que sienten en su corazón. Como psicóloga considero que son auténticos maestros y guías de cómo debemos comportarnos en este sentido, sin miedo a mostrarnos tal y como somos. Sin tener que ponernos caretas por el pánico que sentimos al rechazo social. Si nos relacionásemos con ellos de una manera más humilde, sin ese complejo ficticio de superioridad que solemos mostrar, podríamos empezar a permitirnos aprender de ellos aspectos tan importantes como el que acabamos de explicar.

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