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Rande en Urgencias

Rande en Urgencias

Doctor, creo que recordar que el 30 de diciembre de 2017, con gran pompa, esplendor y presencia física de autoridades, quedaba inaugurado el renovado tramo del Puente de Rande. Perdón, más que creo recordar, yo diría, doctor, que lo recordaba perfectamente, pero esta semana me tropecé con la noticia de "Vuelven las obras de Rande" publicada en este mismo diario?y resulta que sí, que las obras han vuelto (lo que no nos han devuelto es la subida del peaje que cobran desde el día 1 de enero) y que, encima, se prolongarán Dios mediante hasta el próximo verano (me gustaría suponer que de este año).

Inaugurar obras que no están acabadas es una costumbre de la clase política española desde los principios de esta democracia, eso ya lo sé, doctor. Así, Galicia, y España, están repletas de, por ejemplo, centros escolares cuyas direcciones tienen serios problemas a la hora de conmemorar los aniversarios redondos de colegios e institutos porque, mientras en las placas que quedan para la posteridad reza una fecha, resulta que,en realidad, los cursos no empezaron a impartirse hasta un año, dos o tres después de la inauguración oficial. Otro tanto ocurre con parques y edificios de la más diversa índole, desde hospitales a museos, así como con corredores y autovías, reiniciadas a golpe de accidentes mortales de tráfico.

Pero el caso del Puente de Rande, doctor, es peculiar.Todo el mundo sabía que el susodicho 30 de diciembre las obras no estaban ni mucho menos terminadas y que faltaban "pequeños" pero cruciales detalles. De igual manera, era de todo punto conocido que esa inauguración virtual respondía a las exigencias de la concesionaria que, de otra manera, no habría podido empezar a aplicar la subida de tarifas en los peajes. Sin embargo, desde Audasa y desde el Gobierno se hicieron oídos sordos a unas protestas vecinales que no estaban para nada contaminadas de demagogia, sino que respondían a la verdad, tal y como se ha demostrado tan solo mes y medio después. Y ahora, claro, han vuelto a ponerse en marcha los desvíos provisionales, los carriles huérfanos, la "maquinaria en la calzada", las incorporaciones peligrosas, los "modere la velocidad" y, de postre, "Perdonen las molestias" pero, eso sí, sin que el aumento del precio del peaje se haya bloqueado para nada: al final del año cumplimentarán el 4 y pico por ciento previsto y, para 2019, Dios nos coja confesados.

Esta y otra cosas, doctor, hacen que, de vez en cuando, me dé por pensar los políticos nos toman el pelo, que en este país mandan más los empresarios listillos que los poderes públicos legítimos, electos y presuntamente inteligentes, que los intereses de unos pocos importan más que los de los muchos-muchos. Menos mal que enseguida se me pasa y, después de tomarme la pastilla, regreso con la papeleta a la urna en cuanto me convocan. De todas formas, me atrevo por fin tal día como hoy a preguntarle, y disculpe la osadía: ¿Qué es lo que me pasa, doctor?

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