A finales de 2015 la Consellería de Medio Rural advertía de una nueva amenaza para el rural gallego, en concreto para la patata: la polilla guatemalteca. Si al principio se limitaba a 3 concellos de A Coruña, este año la Xunta amplió a 32 (sumó Cariño en octubre) el listado de municipios afectados y con prohibición de plantar, aunque por el momento se salvaron los de las principales zonas productoras, como Coristanco o Xinzo.

Hasta ahora han sido destruidos, según cifras de la propia Administración, 365 toneladas de patatas para controlar la plaga aunque algunos datos son esperanzadores, ya que las capturas del insecto se redujeron un 65% hasta octubre. Casi 1.400 afectados solicitaron indemnizaciones.