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ESTELAHacia una arquitectura sostenible

Jóvenes gallegos exponen su visión sobre el sector tras la explosión de la burbuja inmobiliaria

Salomé Fernández Liste y Eloy Cambón en su estudio SE (A) en Santiago. | xoán álvarez

"Nuestra generación tiene presente la labor social que conlleva la arquitectura y tiene en cuenta la integración de las construcciones en el paisaje, así como que la función principal de la arquitectura es resolver problemas. Pero es que en realidad tampoco se puede decir que esto sea algo novedoso porque es un concepto que va parejo a la propia arquitectura". Salomé Fernández Liste dirige junto con Eloy Cambón el estudio SE(A) en Santiago. Ambos pertenecen a una generación de arquitectos que salió de la facultad de A Coruña en época de vacas flacas, como les sucedió a Estefanía Vázquez Müller y Roi Feijóo, a Alex Losada, a Javier Couto y Alexandre Cameselle, y a Alberto Alonso Oro.

"Cualquier arquitecto que tiene amor por su trabajo también lo tiene por su entorno, y eso los gallegos lo tenemos muy interiorizado", dice Müller, que no percibe una reacción directa de las nuevas generaciones a lo que llamamos feísmo en Galicia. "Creo que eso se dio en un momento en el que se construía mucho y había especulación", apunta. Lo que sí destaca es que su generación se vuelca en cada proyecto: "Hay tan pocas oportunidades que aquellos que tenemos la suerte de poder hacer algo en algún momento le dedicamos todos nuestros esfuerzos y ponemos en ello toda nuestra ilusión".

"Las cosas que están bien hechas, en general, son las que no se notan, las que parece que siempre han estado ahí. Resuelven, funcionan de una manera tan natural que no eres consciente de que se haya modificado nada. Conseguir esa integración lleva mucho trabajo detrás, muchísimo más que cuando haces algo que sí se nota", explica Liste.

"La arquitectura es mucho más que construir, creo que antes faltaba un poco de conciencia por parte de la sociedad, por tanto a nivel político tampoco había necesidad de preservar según qué cosas. Ahora se ve más el valor y por eso se llevan a cabo rehabilitaciones más cuidadas. Se ve cierta evolución", cuenta Cameselle.

Arquitectura y cambio social

Desde que terminaron la carrera, Salomé Fernández Liste y Eloy Cambón, aprovecharon los tiempos que les dejaba su trabajo con otros arquitectos en sus estudios para presentarse juntos a concursos. "Es la forma más limpia de trabajar y la que suele salir mejor", destaca Liste. Ganaron el primer premio de un concurso de ideas para construir un centro para mujeres en Nicaragua, organizado por el Colegio de Arquitectos de Galicia (COAG) y una ONG local. El proyecto que diseñaron los gallegos no se llegó a realizar, una circunstancia que sucede con mucha más frecuencia de la deseada.

Desde su estudio SE(A) en Compostela también ganaron un concurso para resolver problemas de movilidad convocado por el ayuntamiento de A Coruña. "Fue una satisfacción ver cómo tenemos la capacidad de mejorar la calidad de vida de la gente. Nosotros creemos mucho en la capacidad que existe de modificar la sociedad a través de la arquitectura", apunta la arquitecta. Entre otros de sus proyectos intervinieron una de las vías de entrada de los peregrinos a Santiago, la acción consistió en adaptar la vía a las necesidades de los vecinos, primando a los peatones sobre los vehículos rodados.

Destacados con el Gran de Area

Estefanía Vázquez Müller y Roi Feijóo empezaron su aventura como arquitectos con premio. Ganaron un concurso al terminar la carrera y la oportunidad de dirigir aquella obra, dicen, les dio un empujón para darse cuenta de cómo es el mundo real. Esto pasó hace diez años, los mismos que llevan con su estudio, Müller.Feijoo, en Ourense.

"Hemos tenido altibajos pero no nos podemos quejar, por lo menos estamos viviendo de esto", resalta ella. En este tiempo se han seguido formando porque no sabían lo que les iba a deparar el futuro. Y este año el COAG de Ourense y Pontevedra les ha reconocido con su galardón Gran de Area para obras "que tienen cierto valor arquitectónico".

"Es un premio que además reconoce la labor de todos los agentes que intervienen en un obra. La verdad es que una obra sale bien dependiendo del grado de implicación de todas las partes que trabajan en ella y en ese caso hubo mucha sintonía", explica Müller.

La obra premiada es el centro de día de mayores de Leiro, ubicada en un terreno con mucha pendiente con terrazas escalonadas típicas de las zonas de viñas. "Buscamos integrar el edificio como si fuese una de esas terrazas, siguiendo la manera de construir tradicional. Cuenta con una cubierta ajardinada con la intención de que el edificio se integrase más", describe.

La arquitecta recuerda que esta obra les llegó sobre el año 2009 y se terminó finalmente el año pasado: "Los proyectos en arquitectura son muy a largo plazo y en todo ese proceso acaban siendo parte de tu vida".

De Londres con Foster a Vigo

Alexandre Cameselle lleva cuatro años en el estudio Liqe, fundado por su compañero de carrera Javier Couto en Vigo. Pasó de trabajar en el estudio del archiconocido Norman Foster en Londres, con otro millar de arquitectos, a un estudio pequeño donde el trabajo es más artesanal. "No buscaba trabajar en un sitio tan grande, es cierto que los recursos eran impresionantes... Había impresoras 3D antes de que se empezase a hablar de ellas y una biblioteca increíble. Pero me gusta tener más control sobre los proyectos, prefiero ganar en poder de decisión y tener un diálogo directo con el cliente", afirma el vigués.

En la capital inglesa aprendió todo lo que se puede saber de Photoshop y aquí se unió a Couto, que domina la técnicas de imagen en 3D. Una tecnología que facilita a sus clientes la comprensión de sus proyectos. "Caminamos hacia una arquitectura ecológica y racional en el uso de los materiales y de la energía. Tratamos de concienciar a la gente de que merece la pena invertir un poco más en aislamiento porque a largo plazo se ahorra mucho en facturas y que en lugar de muchas habitaciones, se pueden diseñar cuartos multiusos", asevera Cameselle.

Diseños bioclimáticos y sostenibles

El vigués Alex Losada terminó su formación como arquitecto en 2013, "para encontrarme con la cruda realidad de no encontrar trabajo", critica. Optó por marcharse a Londres y lleva cuatro años en el estudio Urban Infill, donde ahora trabaja a tiempo parcial para poder desarrollar sus propios proyectos. "Creo que las épocas de crisis también significan oportunidad. A pesar de ser épocas duras, también sirven para aprender, reflexionar y abrir los límites a los que estamos acostumbrados como arquitectos. A mí, por ejemplo, me ha servido para venir a Londres y poder adquirir una experiencia distinta y estilos nuevos", asegura.

"Es interesante que en estos momentos la arquitectura esté viviendo un proceso de especialización y tecnologización. Algunos arquitectos se han especializado en infografías, otros en arquitectura modular, en bioconstrucción, en rehabilitación, o en modelado BIM (un modelo 3D del proyecto que incluye todos los datos y detalles técnicos). En Inglaterra todo está muy especializado, cada parte de la obra la lleva una empresa especializada y el arquitecto no es tan importante en este proceso como en España", cuenta.

Losada apunta a un futuro (y si es posible que se convierta en presente cuanto antes) con diseños bioclimáticos y autosuficientes energéticamente. "Los edificios consumen más del 40% de la energía mundial y por ello, los arquitectos tenemos una gran responsabilidad como factores de cambio", señala el vigués, que reconoce que su "gran reto" actualmente es integrar la sostenibilidad en las grandes ciudades. "Estoy trabajando con otros arquitectos e ingenieros agrónomos en un proyecto de huertas verticales para grandes ciudades. Se basa en reaprovechar espacios inutilizados de la ciudad para construir un prototipo de huerta vertical donde se cultivarán verduras y lechugas que serán distribuidas a los vecinos o vendidas a nivel local", detalla.

Un proyecto que presentará el próximo año y le gustaría aplicar también en la ciudad olívica porque la morriña no le abandona. "Creo que un punto clave para mejorar Vigo sería derribar el Hotel Bahía y la torre de Toralla. Son dos actuaciones concretas que cambiarían la ciudad, su relación con el mar y la armonía del conjunto", propone Losada.

"Veredes fue un experimento, quería mostrar obras de compañeros"

  • La burbuja económica ya se había pinchado cuando estos jóvenes arquitectos accedieron al mercado laboral. En España, la construcción fue el primer sector castigado con severidad y muchos de los recién licenciados se volcaron en ampliar su formación para "aprovechar" el tiempo de parón constructivo. El vigués Alberto Alonso Oro siguió todos los pasos. Utilizó todas las becas que pudo para trabajar en estudios, entregó su trabajo final de carrera, se preparó para hacer el doctorado... y en el medio se le cruzó la idea de hacer un blog sobre arquitectura al ver que las revistas especializadas perdían peso como vía para comunicar obras y proyectos, mientras que los grandes arquitectos se volcaban en sus propias webs. "Veredes surgió como un experimento. Quería mostrar obras de compañeros que están en Galicia y de otros que conocía pero que trabajan fuera. Además, quería que quienes están investigando sobre arquitectura tuvieran un espacio para compartir su trabajo también", explica Oro. La web Veredes es una referencia dentro del ámbito arquitectónico gallego y la intención de Oro es "sacar una publicación física pequeña con toda la gente que ha participado para que quede en papel" para siempre. El vigués colabora con distintos estudios para proyectos con una carga de trabajo abundante además de coordinar esta web, que reconoce que permanece un poco inaccesible para el gran público pese a que "hay muchos contenidos aptos para todos los públicos".

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