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NOTICIAS DEL SUBMUNDO

Izquierda y derecha en el cosmos

Izquierda y derecha en el cosmos

Decididos, como estamos, a no hablar de unas elecciones que al parecer acontecerán dentro de algunos días, esta redacción del Submundo se propone avanzar en el periodismo de investigación sobre los misterios de la física, la astrofísica, la física atómica y la abominable educación física de nuestra infancia. Es así que obligados, como estamos, a aparcar en los parkings de las grandes áreas -esas que un buen día sustituyeron a los supermercados que sustituyeron a su vez a los viejos colmados- descubrimos atónitos unos misteriosos códigos pintados sobre el asfalto destinados, al parecer, a organizar la entrada y salida de vehículos en tan misteriosos recintos. Las líneas de Nazca, esos geoglifos (¡toma palabra!) que decoran la Pampa de Jumana en Perú, son bastante más fáciles de descifrar.

Sí. Por qué no. Hemos decidido ir a reponer congelados, jaulines de cerveza, arena para el cajón del gato, gazpacho en tetrabrik y maquinillas de afeitar desechables. Hasta aquí bien. Bueno, pues basta con entrar en el parking para que entremos en un laberinto en blanco sobre negro. Cuando seguimos la flecha a la derecha y nos encontramos con otro coche de frente quizá no lo vociferemos, pero sí que lo pensamos: "¡serás parvo!". Sorteado el vehículo del burro este, resulta que en el suelo aparece un símbolo dándonos la razón a ambos: una flecha -una sola flecha- de dos direcciones. Eskizoparking, se llama.

Hace unos días, Oscar Avendaño afirmaba que para saber dónde está la derecha y dónde está la izquierda hay que tener estudios. A los que funcionamos por intuición y a trompicones, esto nos puede parecer una boutade o un chiste, pero resulta que no. Martin Gardner plantea en su libro El Universo Ambidiestro una pregunta que parece sin solución: ¿cómo le explicaríamos por teléfono a un habitante de otra galaxia qué es izquierda y qué es derecha? No valen coordenadas (no tiene referencias), no vale Polo Norte y Polo Sur (las polaridades cambian y los nombres son una convención), no vale hacer mención a autosatisfacciones más o menos inconfesables (a saber cuántas manos y sexos tiene nuestro interlocutor): o sea que nada vale para nuestro propósito.

¿Nada? Bueno, pues resulta que sí hay algo. La profesora Chien-Shiung Wu demostró, a mediados del siglo pasado, que en el proceso de la descomposición beta del cobalto 60 salían más electrones por un polo del átomo que por el otro? o algo así. Bueno, el caso es que ya se podía explicar lo de la izquierda y la derecha a ese habitante de otra galaxia. Salvo, claro está, que se tratara de una galaxia formada por antimateria: ahí ya sí que hay un poco de lío. Pero algún entendimiento habrá entre materia y antimateria; vamos, digo yo. Salvo en el asunto de los parkings, algo hemos avanzado gracias a Wu.

Vaya, prometimos no hablar de las elecciones y resulta que no hemos podido evitarlo.

@JulianSiniestro

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