En un entorno privilegiado de Curantes, en A Estrada, Val Fresco sigue fiel a su nombre, tan fresca y lozana lo mismo que desde su construcción, hace trescientos años. Val Fresco se llama la casona varias veces centenaria llena de encanto y de naturaleza, además de sabores y aromas. Los platos tradicionales que aquí se elaboran proceden de la propia finca o del entorno, materia prima siempre fresca y del día para componer elaboraciones que dejan buen sabor de boca y deseos de volver.
Está cerrada con un muro de piedra de la misma antigüedad, que delimitan cuatro mil metros cuadrados de finca con huerta y árboles frutales, además de los viejos robles en los que crece la seta shiitake, una delicia que solo se cultiva aquí. Fernando Lamas es el pionero que optó por criar este hongo de indudables cualidades culinarias en la vieja casa familiar en la que nació -que regenta junto a su hermano José- y que ha convertido en un atractivo más para los clientes, a los que enseña cómo crece la seta en los troncos de roble y cómo se corta para ir directos a las sartenes. Son 130 robustas ramas de carballo (de 1 metro de largo por unos cuarenta centímetros de diámetro) a las que se les inyecta el hongo que irá creciendo en el árbol tras nueve meses de calor y humedad. Germinada así, se produce todo el año, y su textura carnosa y su sabor cautiva a todos los clientes.
Además de la Lentinula Edodes -que tiene, según algunos estudios, propiedades medicinales- otros platos emblemáticos en Val Fresco son el jarrete de ternera (al estilo de la abuela), las paellas o el bacalao a la plancha, aparte de callos y cocido en la temporada de invierno. De las tartas de frutas en el capítulo de repostería -y de otras apetitosas elaboraciones- también saben los clientes de Val Fresco, que cuenta -además de los platos que se elaboran con reserva- con un bodegón en la propia finca en el que es posible disfrutar de los buenos productos gallegos en forma de empanada, tortilla (rellena, de gran éxito) o pulpo (con diversas opciones, además de a la gallega), entre otras propuestas.
A su buena cocina, la casa rural suma cinco habitaciones dobles cálidamente decoradas y la posibilidad de realizar actividades tanto en la finca como fuera de ella a través de excursiones y visitas. También es lugar idóneo para celebraciones y eventos. En Curantes nació el inventor de la primera calculadora del mundo, Ramón Silvestre Verea García, que tiene busto muy cerca de la iglesia.
La receta: Setas shiitake con nata y roquefort
- >> Ingredientes: Setas (de cosecha propia), cebolla, sal, nata, queso roquefort. Paso a paso:1 Se dora la cebolla (muy picada).2 Se sofríen las setas.3 Se añade la nata, se agrega el queso roquefort.4 Se acompaña de frutos secos (almendra, cacahuete, piñones...). Se decora con tomates cherry u otro vegetal como punto de color.
El postre: tarta de nueces y capuchina
- Las dos tartas que aparecen en la foto junto a las setas son las dos especialidades caseras -junto a otras- de Val Fresco, las más solicitadas y las que más gustan. Se trata de un flan de nueces y la capuchina, una tarta con textura de flan a base de chocolate y café de sabor irresistible. Dos sobremesas clásicas de la casa que gustan a todos.
VISITA OBLIGADA: Fervenza de Curantes
- Muy cerca de Val Fresco, el río Curantes, afluente de O Liñares, forma un hermoso espacio natural donde se encuentran dos cascadas denominadas "Picho da Fervenza" y "Poza de Maimón" a las que se llega a través de un interesante y fácil recorrido. Este pequeño valle en las laderas del monte San Sebastián ha sido declarado de Interés Paisajístico por sus valores ambientales.
