Aunque pueda resultar sorprendente, saber detener y parar de forma adecuada nuestro vehículo, es también una forma de acercarnos a esa conducción eficiente que estamos buscando. Una forma de conducir que redundará en nuestro bolsillo.
Los conductores estamos hechos a las costumbres, y una de ellas es la de reducir de marcha cuando queremos reducir la velocidad o detenerlos. Es evidente que es una buena y segura forma de conseguirlo, pero tiene un "pero" importante. Si nos fijamos, cada vez que tratamos de reducir la velocidad bajando una marcha, el coche se acelera de forma considerable, y ese aumento de revoluciones hace incrementa el consumo de combustible.
Por ello, y siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, es bueno detener el vehículo sin reducir previamente de marcha, perdiendo velocidad con la inercia y utilizando el freno de pie.
La mayor parte de los vehículos de hoy en día, ya vienen equipados con el sistema Stop@Star, que hace que cuando paramos el coche se apaga, teniendo que pulsar el embrague para que el motor vuelva a arrancar. Es la mejor medida para anotarnos un punto más para lograr una conducción eficiente.
Pero, claro está, que no todo el mundo tiene un vehículo nuevo con el sistema de parada y arranque. En este caso, y si vamos a estar parados más de un minuto, es conveniente apagar el motor del vehículo y volver a arrancarlos cuando tengamos que ponernos de nuevo en marcha. Una forma sencilla de lograr unos buenos hábitos de conducción.
