Los ahogamientos en playas, piscinas o ríos marcaron una de las caras más trágicas del último periodo estival con 13 personas fallecidas en Galicia, once de ellas en julio. Si antes la mayoría de las víctimas eran gente joven que moría como consecuencia de conductas imprudentes, este año más de la mitad de los fallecidos superaban los 70 años de eda y nadaban, casi sin excepción, cerca de la orilla y en zonas seguras. Los arenales de Moaña,Cangas o A Lanzada vivieron experiencias trágicas.