Son 130 años de buena cocina que están celebrando hasta febrero de 2015. Durante los doce meses correspondientes han desarrollado una carta con 130 platos diferentes, 130 pinchos en verano y una exposición de pintura de tres reconocidos pintores de O Morrazo que servirá para despedir el aniversario de A Centoleira o, lo que es lo mismo, más de un siglo de buenos sabores en Bueu, al pie de la playa de Beluso.
En esta casa, historia y cultura marinera se unen al paladar de un buen plato. A Centoleira pertenece al Círculo de Restaurantes Centenarios de España, esos pocos que son historia viva y por cuyos manteles ha pasado toda una galería de personajes, desde viajeros a literatos, políticos, príncipes o reyes. Con hospitalidad, buen trato, exquisita cocina y manteniendo la tradición heredada de padres, abuelos y bisabuelos.
Es larga la trayectoria de este reconocido establecimiento donde hace poco hizo parada Felipe VI, que se llevó a la Zarzuela una de las características cestas de marisco del restaurante, listo para degustar. Xulio Estévez-Laiseca, actual gerente del local, hace memoria: "Antes de A Centoleira se llamó La Vizcaína en alusión a la bisabuela Vicenta, natural de un pueblo de Vizcaya. En el año 1981 se decidió cambiar el nombre por uno más gallego y así pasó a ser A Centoleira".
En 1884 Vicenta Laiseca y su marido, José Estévez, compraron un antiguo atador de redes con estacada y secadero en la playa, frente al puerto de Beluso y lo convirtieron en local donde se daba comida a los marineros. La segunda generación fue la que impulsó y convirtió la casa en un próspero negocio como ultramarinos, comercio de vinos, casa de comidas y pensión. Siempre relacionado con las necesidades de los pescadores de la zona y "casa de abarrotes" de referencia dirigida por Ángel Estévez Laiseca.
Pasaron los años, llegaron los cincuenta, los sesenta, los setenta y "La Vizcaína" fue prosperando y aumentando su reputación con la misma saga familiar al frente. Ya como A Centoleira, en los años ochenta se hicieron famosas sus cestas de mariscos, hoy también en versión "tesela", una combinación variada de dos frutos marinos. El restaurante cuenta igualmente con cetárea propia y la taberna de los años sesenta con una dorna como mostrador.
"La actividad del negocio se centra actualmente en la restauración de calidad, los banquetes de familia y empresa, y la preparación y envío de cestas de marisco a domicilio así como el catering de las mismas cestas famosas en este restaurante. Marisco ya cocido y listo para degustar", expone Xulio Estévez-Laiseca. A Centoleira es toda una institución en cuya carta destacan también los guisos marineros y los arroces. Sin olvidar un producto tan autóctono como los mejillones, en esta época gruesos y sabrosos, ideales en la mesa navideña.