Hace cuatro años, Manuel Estévez inició en O Barco de Valdeorras un original proyecto al que llamó "Retorno dos coidadores das hortas do Camiño", con el objetivo de devolver a los espantallos su importancia dentro del rural gallego.
Más allá de su función de alejar a los pájaros de los campos recién sembrados, Estévez vio en estos personajes una forma de dar a conocer los pueblos por los que transcurre el Camiño de Inverno, mostrando el desarrollo cultural y etnográfico de las aldeas al tiempo que se promueve la creatividad y se acaba con el feísmo.
La iniciativa llegó a Vigo este fin de semana, a la parroquia de Matamá, donde el colectivo Malaherba presentó, un año más, la Festa da Sementeira. En la celebración participaron los espantallos creados para el concurso convocado por los organizadores, que se colocarán en las huertas próximas al Camiño Portugués pola Costa a su paso por Matamá.
Precisamente la ruta xacobea conocida como Camiño de Inverno, que transcurre entre el Bierzo y Lalín y que ha sido recientemente reconocida por la Xunta, fue el germen de un proyecto que desde sus inicios ha buscado "la participación de artistas multidisciplinares, tanto de Galicia como de otras comunidades y paises, que aporten una o varias obras basadas en la figura del espantallo para llevar a cabo exposiciones y eventos culturales relacionados con esta temática, así como talleres para escolares", explica Estévez.
La comarca de Valdeorras, el Baixo Miño, Lugo o el Deza han sido testigos de distintas actividades. "A corto plazo tenemos previstas nuevas intervenciones, tanto en el Camiño de Inverno como en el Portugués, concretamente en Tui, Mos y Redondela. Además, continuaremos con diversos intercambios fuera de Galicia donde se celebra el Día del Espantapájaros y participaremos en una exposición en León, aún sin fecha concreta", adelanta Estévez, en cuyo proyecto han participado más de un centenar de personas, entre ellos escritores como el fallecido Xosé Neira Vilas, artistas como Baldomero Moreiras, Joan Bueno o Nelson Villalobos o fotógrafos como Manuel Juan Otero o Hixino Flores. Incluso el pintor británico Tim Behrens dejó escrita una poesía para el proyecto:
"No llores mi cielo
Los pájaros no son tan tontos
que se dejan espantar
por una chaqueta gastada
colgada de un palo".