Un local de unos 110 metros cuadrados en el número 34 de la avenida de Ramón Nieto alberga desde hace poco más de un año la asociación de jubilados y pensionistas de Lavadores Villa de Galicia y se convierte en un punto de encuentro para el centenar de socios de la entidad. "Seguimos funcionando, no hemos desaparecido y recibimos con los brazos abiertos a todos los que quieran conocer nuestra actividad de ocio y cultura", comenta Carmen García, presidenta de la asociación desde 2008 e integrante de ella desde hace 15 años.
Vinculada en sus inicios a la asociación vecinal de Lavadores, cuya sede abandonó en 2008 iniciando un peregrinaje por distintos locales de la parroquia, la asociación Villa de Galicia funciona como un punto de encuentro para los mayores de la zona. Las instalaciones abren al público las tardes de los martes y viernes de 17:30 a 20:30 horas para que los socios puedan disfrutar en compañía de unas horas de ocio. "Algunos juegan a las cartas, al parchís o al bingo, otros vienen para charlar y encontrarse con amigos", explica la presidenta.
La intención de los fundadores de la asociación es atraer a mayor número de personas, "para dar nuevos aires a la entidad y ese empuje que los veteranos quizás no tengamos", continúa diciendo Carmen García, quien hace un llamamiento a la gente que se acaba de retirar o a la que lleva años jubiladas para que se acerquen al local y conozcan la asociación. Se trata de que las personas que ahora disponen de mucho tiempo porque han dejado de trabajar o ya no tienen cargas familiares "tengan un sitio a donde ir, un curso que les guste, una actividad que les divierta, un espacio donde encontrar compañeros y nuevos amigos", dice la presidenta de la asociación.
Esta asociación programa periódicamente excursiones y fiestas gratuitas en fechas señaladas (magosto, carnaval, San Juan y otras). Además organizan puntualmente conferencias del interés del colectivo poblacional al que representan.
Más de treinta socios forman parte del grupo de canto que se reúne los martes para ensayar. La mayoría ponen sus voces, mientras que otros tocan instrumentos como la gaita, el saxo, el acordeón y la pandereta. El repertorio que interpretan es variado: desde canciones tradicionales gallegas recogidas por aldeas hasta otras propias de canto coral, pasando por habaneras y boleros. Suelen actuar en residencias de la tercera edad, en diversas entidades sin ánimo de lucro y alguna vez en el centro cultural Afundación (antiguo García Barbón).
Otras actividades que ofrece la asociación son tai chi y un curso de relajación si bien ambas ya están completas. "Nos gustaría realizar más, pero sólo contamos con ayuda económica de la Diputación y el autobús que nos pone el Concello cada año para ir a la comida de Navidad".
