No hubo juicio. Los diez gallegos imputados en el transporte de 2.500 kilos de cocaína interceptados a bordo del Pescam I en marzo de 2003, incluidos los máximos responsables del grupo, llegaron a un acuerdo de conformidad en la Audiencia Nacional en la primera sesión del juicio oral, el pasado miércoles. El caso, dirigido por el juez vilagarciano Vázquez Taín, estaba tan bien atado que el fiscal felicitó a los investigadores del grupo EDOA de la Guardia Civil de Pontevedra, y los abogados defensores prefirieron pactar. Lo cierto es que los 10 acusados se beneficiaron al reducirse sensiblemente las penas que solicitaba inicialmente la Fiscalía. Los 152 años de cárcel se quedaron en 82.

El cambadés Eulogio Romero Betanzos "Lojito", para quien el fiscal pedía 20 años de prisión, aceptó 11 años y 6 meses como jefe de la organización desarticulada. Los 17 años de Manuel Miranda Santomé (Marín) y Diego Regueira Casal (Vilaboa), que iban a bordo y ocupaban el segundo puesto del escalafón por haber facilitado el barco y la tripulación, se quedaron en 10.

El beneficio de la conformidad alcanzada con la Fiscalía reduce de 14 a 9 años la condena para cada uno del resto de los tripulantes: Juan Emiliano y Roberto Bermúdez Montero (naturales de Muxía aunque vecinos de O Morrazo), Alfredo Varela Ameijeiras (Vimianzo), y los también cambadeses José Antonio Domínguez Aragunde y Alfredo Núñez Alonso. El hermano de éste último, Juan Carlos Núñez Alonso, y Manuel Sineiro Miser, detenidos en tierra, aceptaron tres años.

En vista aparte se juzgará a Juan Pablo Bescoechea Rico, para quien el fiscal solicitaba otros 17 años de prisión. No se presentó al juicio en la Audiencia Nacional porque al parecer se encuentra embarcado y no recibió la notificación a tiempo, por lo que se entregará en cuanto

desembarque.

El que sí ha logrado evadirse de la acción de la Justicia y se encuentra en rebeldía es el representante del cártel colombiano, Jerson León Cárdenas Molina "El inspector", que se fugó tras ser puesto en libertad bajo fianza por la Audiencia de Pontevedra.

Investigación

Casi un año duró la investigación de la EDOA de Pontevedra que permitió desarticular el grupo dirigido por "Lojito", arriesgado piloto de planeadoras en sus comienzos con el clan Charlín y absuelto en la Operación Nécora. Cuando el patrullero Petrel de Vigilancia Aduanera apresó el Pescam, las fuerzas antidroga detuvieron a bordo a Roberto Bermúdez y José Antonio Domínguez, que estaban en busca y captura en relación a otros 1.000 kilos de cocaína intervenidos en el pesquero Rapanui.

Los acuerdos de conformidad no son habituales entre los cabecillas del narcotráfico gallego, que prefieren ir a juicio y

"pelear" con la Fiscalía Antidroga. En este caso les beneficiaba, pues aunque las penas aceptadas por los 10 imputados por el alijo del Pescam I son de las más altas fijadas en estos delitos, lo cierto es que en año y medio todos podrían estar en libertad. Cabe resaltar que los jefes de la organización llevan tres años y medio en prisión y podrán obtener beneficios penitenciarios como permisos ordinarios y extraordinarios. Si tienen buena conducta, en año y medio habrán cumplido tres cuartas partes de la pena y podrán acceder el tercer grado, con lo que sólo tendrían que ir a dormir a prisión.