"Ella me dijo que quería ver el mar y se me escapó a la playa. Nosotros no fuimos al arenal como unos inconscientes, sin saber el peligro que había sino que ella se escapó". Así relata J. los últimos momentos de Andrea, la joven ourensana de 22 años que, el viernes, poco antes de las seis de la mañana, desapareció en las aguas de Riazor. Salieron por la noche y, cuando volvían a casa se pararon en el paseo marítimo. Cuenta J. que, cuando la chica bajó al arenal, la persiguieron para que no llegase al mar.

"Yo fui detrás de ella y la agarramos, primero me vino una ola, ya había roto y me mojó los pies, entonces la sacamos [de la orilla] entre mi amigo y yo y, al forcejear con ella, que estaba como un peso muerto, se le salió la cazadora por encima de la cabeza".

Según el relato de J., él se quedó "sentado" cerca de la balaustrada y vio cómo su amigo y Andrea hablaban en la arena "pero ya a una distancia considerable del mar". Recuerda que le contó que la playa era peligrosa, que habían muerto muchas personas y que, cuando él, desde más arriba les dijo que tenían que irse, Andrea se dio "la vuelta" y "se metió en el agua". J. cree que la joven "no fue del todo consciente del peligro" ni de lo que estaba haciendo porque, cuando llegó al agua "ella miraba hacia los edificios", de espaldas al oleaje. El operativo de búsqueda continúa sin éxito.